De la misma manera en que incentivamos hábitos que promuevan un estado de vida equilibrada a partir de fomentar acciones que nos motivan a realizar actividades como el ejercicio, la alimentación sana y el esparcimiento, es fundamental dirigir nuestros esfuerzos a fomentar un descanso saludable y que nos permiten regenerar el cuerpo a través de un sueño reparador. Y es que a pesa de que destinamos más tiempo a dormir que a otras actividades, incluso comer, son muchas las personas que sufren de trastornos del sueño. Definitivamente, hemos tenido que cambiar muchas de nuestros hábitos y rutinas. Y eso ha detonado por los efectos de la pandemia. Antes de resolver la pregunta de por qué la gente no está durmiendo bien, el doctor Ricardo Pelayo, desde 1993 profesor clínico en la Escuela de Medicina de la Universidad de Stanford en la división de Medicina del Sueño, conferenciante a nivel nacional e internacional con participaciones en medios de comunicación nacionales, como el New York Times, el Washington Post, CNN y San Francisco Chronicle, asegura, en su libro más reciente, Cómo dormir, que la ciencia está demostrando que muchas de lo que creíamos sobre la manera en qué dormimos y cómo podemos erradicar los trastornos del sueño, son simplemente mitos. En primer lugar, el doctor Pelayo señala que dentro de nosotros está lo que se conoce como el circadiano o reloj biológico. Este cronómetro en miniatura consiste en un pequeño grupo de neuronas que comparte un propósito: sincronizar el sistema biológico del cuerpo ritmos con los ciclos del amanecer y el atardecer de la Tierra. Nuestro reloj circadiano nos envía señales para iniciar el proceso de dormirse cuando llega la noche, y emite químicos para despertarnos naturalmente cuando se acerca el amanecer. Nuestro objetivo debería ser trabajar con este reloj en lugar de luchar contra él. Debido a que nuestros patrones de sueño están influenciados por la luz, no es sorprendente que la estacionalidad tenga un efecto en nuestras necesidades de sueño. Los cambios suelen ser demasiado sutiles para notarlos pero si viviéramos más cerca de los polos, como en Alaska, donde la cantidad de luz varía drásticamente entre estaciones, seríamos testigos cómo de se puede dormir más en invierno y menos en verano. Con la prevalencia de la luz artificial, muchos de nosotros estamos atrapados en el pensamiento de que siempre es una corta noche de verano y ¡terminamos durmiendo lo menos posible! La mayoría nos despertamos algo somnolientos, incluso si hemos tenido una noche de sueño normal y tranquilo. Nos volvemos más alerta a medida que la mañana continúa. Podemos empezar a sentirnos somnolientos de nuevo por la tarde (y no, tiene la culpa el almuerzo). Nos vuelve a dar mucho sueño después de comer. Sin embargo, si podemos sacudirnos la depresión de la tarde, por la noche nos sentiremos otra vez más alerta de lo que estuvimos más temprano en el día, aunque hayamos tenido un día con muchas actividades. La razón de esto es que mientras la presión para dormir aumenta cuanto más tiempo permanezcamos despiertos, nuestro reloj circadiano envía una señal de alerta al cerebro para contrarrestar esta presión. Esta señal se intensifica unas dos horas antes de que nos durmamos normalmente. Este es la causa del "segundo aliento" que muchas personas afirman experimentar por la noche. También explica por qué es más fácil quedarse despierto hasta tarde que se dormirnos más temprano que de costumbre. Esta modulación circadiana de la somnolencia y el estado de alerta ayuda a asegurar nuestra supervivencia: Estamos más alerta cerca de la hora de dormir porque esto es cuando nuestros antiguos depredadores, como leones y tigres, están a la caza. Equilibramos este pico de alerta con una pausa cuando en el día, principalmente cuando la temperatura se eleva y los depredadores tienen su propia tregua. El también médico de la Clínica Mayo en Estados Unidos, explica que sus pacientes a menudo dicen que tienen problemas para dormir porque "no pueden apagar sus cerebros". Pero, lo cierto es que mientras estemos vivos y saludables, ¡nuestros cerebros no están hechos para ser apagados! Durante siglos, el sueño fue considerado como una forma pasiva, casi mortal. Pero con el advenimiento de la ciencia moderna del sueño, ahora sabemos que dormir es un proceso activo. El cerebro no se apaga, pero en cambio pasa por ciclos predecibles de varios patrones de sueño conocidas como etapas del sueño. La combinación repetitiva de etapas de sueño se refiere a la arquitectura del sueño de una persona. La era moderna de la ciencia del sueño nació en la década de 1950 cuando los científicos comenzaron a combinar las mediciones de las ondas cerebrales con otras señales eléctricas del cuerpo. Para facilitar la comprensión de estas métricas, los científicos dividieron el sueño en dos modos distintos: el sueño de Movimiento Ocular Rápido (Rapid Eye Movement, por sus siglas en inglés, REM) y el Movimiento Ocular No Rápido (NREM). Ya que entre el 75 y el 80 por ciento de nuestro tiempo de sueño es en NREM, los científicos dividen al sueño además en tres etapas que corresponden al sueño ligero, intermedio y profundo (N1, N2 y N3, respectivamente). Muchas cosas significativas ocurren durante el NREM, incluyendo el crecimiento físico de nuestros cuerpos y la consolidación de la memoria. Se cree que el sueño NREM tiene una función clave en la restauración de nuestros cerebros al restablecer las sinapsis cerebrales. En el NREM tenemos nuestro sueño más profundo. En el período N1 del sueño NREM, hacemos la transición desde el estado de vigilia hasta el sueño. Nos volvemos mucho menos conscientes del exterior mundo a medida que nos volvemos hacia el interior. Nuestros ojos se cierran y comienzan a girar lentamente en nuestras cabezas. En este estado de somnolencia, podemos pensar que todavía estamos despierto, pero cualquiera que nos mire puede ver que nos estamos yendo. En el N2, que ocupa cerca de la mitad de nuestro tiempo total de sueño, nosotros tienen estallidos de patrones únicos de ondas cerebrales llamados husos de sueño y complejos K. Se cree que los husos del sueño juegan un papel en el cerebro formando recuerdos declarativos, o explícitos, recuerdos de hechos y sucesos que pueden ser recordados conscientemente, como eventos específicos de nuestras vidas o nueva información que aprendimos ese día. El N3 (comúnmente conocido como sueño de ondas lentas) es nuestro más profundo dormir. Dominando el primer tercio de la noche, el N3 ocupa el 10 por ciento o menos del tiempo total de sueño de los adultos (los niños y adolescentes tienen hasta un 20 por ciento y a veces incluso más de sueño N3). En el N3, nuestra respiración y ritmo cardíaco alcanzan su punto más bajo. Este es el período en el que es más difícil despertarnos. También es que se cree que juegan un papel en la consolidación de nuestros recuerdos y pueden ser un objetivo futuro para las terapias para condiciones como la demencia. En N3, pueden producirse fenómenos extraños como el sonambulismo. REM es la etapa de sueño más estrechamente asociada con el sueño y domina el último tercio de la noche. Mirando únicamente al cerebro es difícil distinguir el sueño REM de estar despierto, con los ojos abiertos. Esto implica que la actividad mental de mirar alrededor mientras se está despierto y soñando es similar. (En contraste, cuando estamos despiertos con los ojos cerrados, nuestras ondas cerebrales parecen completamente diferente.) Aunque la mayoría de nuestros otros músculos se detienen moviéndose, nuestros movimientos oculares cambian dramáticamente a medida que hacemos la transición de NREM a REM, con movimientos salvajes y aparentemente caóticos (de ahí el nombre). Nuestros ritmos cardíacos también fluctúan mucho. Si tienes un estilo de vida sedentario, el REM puede ser cuando llegas a tu pico cardíaco en un día determinado. Los episodios de REM tienden a ser más largos en futuro ciclos de sueño, y al final de los ataques REM, normalmente cambiamos nuestras posiciones para dormir y despertar brevemente. Así pues, una de las mejores decisiones que puedes iniciar para aprender a manejar tu vida, es aprender a conocer tus ciclos de sueño. .
1 Comentario
Sin lugar a dudas, nos ha tocado vivir tiempos complejos que han generado altos niveles de estrés ya que nuestra salud física, mental y emocional se ha visto vulneradas.
El encierro, la incertidumbre, la crisis económica y el aislamiento provocan estados de ansiedad, ira y depresión que, aunados al miedo generado por el contagio de Covid-19, han derivado en un desequilibrio en la salud de todos nosotros. Por esta razón, comparto aquí cinco estrategias que recomienda la Organización Mundial de la Salud (OMS) para manejar el estrés al inicio de este 2021. La primera estrategia es darnos un respiro de todas las noticias a las que continuamente estamos expuestos por los medios de comunicación. Si bien es cierto que la información es poder, el escenario de incertidumbre al que estamos expuestos genera una sobresaturación de información y noticias falsas por lo que hoy, más que nunca, es importante aprender a seguir nuestra intuición para elegir las fuentes de información a las que nos exponemos, pero sobre todo, también debemos aprender a desconectarnos de la pantalla de vez en cuando para que no suframos ante el exceso de información. La segunda estrategia es cuidar nuestro cuerpo. Más allá de quedarnos en casa, sanos y evitar la propagación de los contagios, es fundamental contribuir al cuidado del cuerpo. Comer de manera sana y balanceada, es fundamental. Nosotros en Yoga en tu empresa contamos con la asesoría de Joana del Olmo quien es coach de alimentación crudivegana y nos apoya con consejos sobre nutrición sana y detox naturales para eliminar las toxinas. Busca su correo en la sección de Quiénes somos. También, para fomentar una salud mental ante el escenario laboral, es importante hacernos las preguntas correctas ante la incertidumbre en la oficina y los centros de trabajo. El coach empresarial Jero Elbitar que nos ayuda a preguntarnos qué deseamos, dónde estamos y con que recursos contamos para así enfocar nuestra energía de manera productuviva y disminuir nuestros niveles de estrés. También puedes localizar su correo en nuestro directorio. Dos prácticas fundamentales para atender la salud del cuerpo es la meditación y el ejercicio. La meditación es la práctica fundamental para disminuir el estrés. En Yoga en tu Empresa ofrecemos tres ciclos de meditación en la sección de Recursos en línea sin costo, existen tres ciclos de meditaciones guiadas para aprender a meditar, ¡meditando! El primero sienta las bases para construir una práctica meditativa en casa, el segundo está pensado en personas que laboran en oficinas y el tercero está inspirado en mi libro Respira, medita y recupera tu felicidad, publicado por Editorial Panamericana. El ejercicio que recomendamos es la práctica de yoga ásanas, o hatha yoga. ¿Por qué? En primer lugar, porque nunca se es demasiado temprano o tarde en la vida para comenzar y es que en el yoga, más que reglas hay posibilidades. En segundo lugar, se requiere un tapete o una superficie que no resbale, en un espacio pequeño y ropa que permita la libertad de movimiento. Así que la inversión para iniciarte es casi nula. Luego, existen diversas escuelas con enfoques complementarios. Nosotros en yoga en tu empresa, ofrecemos clases donde la postura y la alineación correcta se priorizan pero también tenemos clases dinámicas donde el fluir y el desafío son la constante. Además de las clases de yoga restaurativa, Siempre hay una oferta para ti. Impartimos las clase en vivo vía zoom. Y existen dos modalidades para participar. Una es es que tenemos tres horarios abiertos, para que tus amigos, familiares o colegas se reúnan y practiquen. La otra, es que tenemos cursos para empresas, en las que los responsables de área y recursos humanos, se encargan de contratar las clases en paquetes. Puedes escribirnos para mayor información. La tercera estrategia para lidiar con es el estrés es destinar tiempo a actividades de ocio. Puede ser desde ver una película, leer un libro, bailar, aprender un idioma, escribir, pintar, etcétera. Algo que disfrutes, que te sirva como esparcimiento y que genere alegría. La cuarta estrategia es conectarte con otros. Hablar desde el corazón sobre cómo te sientes, escuchar con interés al otro, es de gran ayuda en estos tiempos. Solo que debes tener cuidado de que tu habla se genuina, amorosa, compasiva y verdadera. Que no se convierta en un espacio para convencer al otro de tu verdad, sino de generar comunidad y acompañamiento. Honra el poder de tus palabras y agradece que puedas conectarte con otros seres sintientes que, al igual que tú, necesitan hoy estar acompañados . Finalmente, sí, la situación que estamos viviendo parece rebasarnos pero si aprendemos a manejar el estrés, no solo nosotros, sino la gente que queremos y nuestra comunidad estará más fortalecida. No hay que reflexionar mucho. Estamos atestiguando una situación en la que todo lo que conocíamos está cambiando: la manera de interactuar con la familia, los hábitos de consumo, la manera de trabajar, la forma de dedicarnos al ocio y al esparcimiento, la economía, las relaciones interpersonales, etcétera.
Y si bien, una de las enseñanzas del yoga es desarrollar la consciencia de el cambio constante y la no permanencia son cuales inherentes a todo lo que existe, la realidad es que nos estamos sometiendo a un ritmo frenético de transformación que no había vivido la humanidad en su conjunto. Y esta situación genera estados constantes de ansiedad, estrés y depresión. Nuestros hábitos se construyen como una manera de construir una sensación ilusoria de seguridad a partir de la noción de que todo es estático. Es decir, nos levantamos, vamos a trabajar, recibimos un salario para satisfacer nuestras necesidades básicas y nos vamos a acostar. Por supuesto que esto no es erróneo, pero parte de la idea de que el trabajo siempre estará ahí para nosotros. Igual pasa con nuestros afectos, nos enamoramos, criamos hijos, o adoptamos mascotas con la misma noción. Pero los hijos crecerán y seguirán su camino, los noviazgos terminaran, o es muy probable que un perro o un gato abandonen su cuerpo porque su promedio de vida es más corto que el de un ser humano. Por esa razón, las pérdidas nos afectan tanto. La escritora Rosa Montero en una de sus novelas, afirma que somos nuestras pérdidas porque conforme crecemos, vamos perdiendo aquello que amamos. Si bien estoy de acuerdo con ella, afinaría la definición para que sea “somos nuestros cambios”. Cuando la mente detecta que aquello que le brinda la sensación de seguridad puede cambiar, entra en un estado de alerta cuyas respuestas pueden ser la ansiedad, la ira, la depresión o la desesperación. No es sencillo decirle a la mente “el cambio es parte inherente de todo lo que exitse porque no lo entiende. La mente está diseñada para asegurar la supervivencia del organismo que la aloja con el menor desgaste energético posible. Su función no es ser exacta. A mí me ocurrió que en estos días, ya que mi perro Chester presentó los efectos de un problema de cadera que ejerció presión en las vértebras de su columna lo que derivó en un desorden neurológico. Me puse mal, la desesperación y la ansiedad me envolvieron. Por más que tratara de analizar qué decisión debía tomar, el estado de emociones contraproducentes que estaba viviendo me impedía elegir de manera asertiva. Fue entonces que una amiga, de manera compasiva, me recomendó a una veterinaria que hacía visitas a domicilio. Después del diagnóstico, Chester, mi bóxer, ya está en recuperación. Mi crisis duró dos días. Al no poder pensar con claridad, practique una variante del yoga que se conoce como kirtan, o canto devocional, y eso me ayudó a estar en calma. Entendí que hoy, más que nunca, el mundo necesita seres compasivos y en calma. Podemos comprender cómo nuestra realidad se está transformando continuamente a partir de pulir nuestro entendimiento mediante las prácticas de yoga. Ejercitarnos, meditar, descansar, comer sanamente es yoga. El yoga nos prepara para estos momentos. No nos exime de experimentar estados perturbados porque la vida sigue su curso: se sostiene, se mantiene y se disuelve. Pero si nos permite regresar a la calma y aprender a surfear las olas de la vida con mayor precisión. Y también entendí que la compasión, desear el bien de todos los seres sintientes, incluso aquellos que piensan diferente a nosotros, nos ayuda a entrar en ese estado de contentamiento que tan bien hace en los momentos de desesperanza. Es común terminar una práctica yoga con la siguiente enseñanza Lokah Samastha Sukhino Bhavatu, que todas mis acciones, mis pensamientos y palabras expresen el deseo de que todos los seres sean felices. No podemos cambiar aquello que desconocemos o deseamos ignorar. Ese es el primer paso para tomar una decisión asertiva que dirija nuestras acciones. Y es que si antes de la pandemia ya se hablaba de la depresión y el estrés como los grandes males que amenazaban la salud física, mental y emocional de los individuos, lo cierto es que, durante el confinamiento, no fueron pocas las personas que enfrentaron alteraciones en su calidad de vida derivados de los trastornos de depresión y ansiedad que se detonaron por los cambios drásticos en la cotidianidad que habíamos construido para sobrevivir.
La primera gran pregunta que nos hacemos cuando comenzamos a sentir esa profunda tristeza, mezclada con miedo y dolor emocional, que nos quita la energía, el sueño y la concentración es por dónde comenzar. Basta con escribir la palabra “depresión” en un buscador en la red y se encontrará con más de tres millones de entradas en español donde lo mismo nos encontraremos con información de los organismos de salud oficiales, consejos del coach emocional de moda, cursos terapéuticos con ángeles hasta viajes iniciáticos de ayahuasca. En este sentido, celebro la publicación de Depresión. La noche más oscura. Una mirada científica del médico especialista en neuropsiquiatría y doctor en ciencias médicas, Jesús Ramírez-Bermúdez quién además de ofrecer, desde la mirada del divulgador, una historia de la depresión, , desmonta los mitos que la rodean, presenta datos verificados a partir de los estudios más recientes y explora diversas vías como la psicoterapia y el deporte hasta los medicamentos cuya efectividad es analizada con rigor en este libro que lanza el sello Debate de Penguin Random House Mondadori. Ramírez-Bermúdez, en la introducción destaca como “al empezar el siglo XXI, el término ′depresión mayor′ se usa en forma global para hablar sobre una condición de salud, un estado clínico en el cual hay una profunda tristeza y otras emociones intensas, como el miedo y la ira, así como alteraciones del sueño, el apetito, la motivación, la sensación de energía y la capacidad para disfrutar de la vida cotidiana”. Y el mismo autor se plantea la tarea de responder hasta qué punto la depresión mayor se debe a causas biológicas y genéticas o hay que buscar las causas de esta condición en los factores sociales y ambientales. El termino trastorno mental que define a la depresión implica que hay un sufrimiento intenso y prolongado que no cede con los remedios cotidianos y es la causa de una grave disfunción social, es decir, una incapacidad del individuo para ejercer las actividades habituales en sus ámbitos interpersonales, en el trabajo, en la escuela, en las relaciones amorosas y familiares así como en las actividades recreativas por lo que la vida del paciente se altera de manera significativa como resultado del trastorno depresivo mayor. Entre varios de los aciertos de este libro, destaco la preocupación de su autor por incentivar que el diagnóstico de los trastornos de depresión se realicen de la manera más profesional para no confundir los estados de ira, tristeza y enojo que son resultado natural a las situaciones que enfrentamos como seres humanos con un trastorno de depresión mayor. Esto también propiciará el tratamiento adecuado porque si bien los medicamentos, como lo expone atinadamente el autor, son una vía para equilibrar la salud de un paciente que padece depresión, se ha detectado un consumo excesivo de los mismos lo que a la larga podría convertirse en un mal mayor. Con gran destreza narrativa, el también autor de los libros Breve diccionario clínico del alma y Un diccionario sin palabras en donde explora la intersección entre la narración clínica y el ensayo científico, cuenta la evolución de la concepción y tratamiento de la depresión a lo largo de la historia que inicia en la antigua Grecia hasta nuestros días de tal forma que permite al lector atestiguar el campo de posibles causas y tratamiento de la depresión mayor. De manera clara, expone los argumentos de las dos principales corrientes que debaten sobre si los orígenes de la depresión mayor son genéticos, biológicos; o sociales detonados por factores ambientales como son la separación, la pérdida, la violencia e incluso, situación de pobreza. El autor galardonado con el Premio Nacional de Ensayo Literario (2009) que otorga el Instituto Nacional de Bellas Artes aborda temas como los medicamentos antidepresivos, el efecto placebo en la depresión mayor, el suicidio, la resiliencia, la interacción entre la genética y el estrés. Así pues, en esta obra de divulgación dirigida tanto a terapeutas, psicólogos, profesionales de la salud, así como al público general, Jesús Ramírez-Bermúdez nos presenta un valioso recuento sobre los avances y descubrimientos de la psiquiatría clínica, las neurociencias, la psicología y la investigación social para beneficio de quienes han experimentado la noche más oscura, donde parece que la felicidad está prohibida y que no hay rutas para seguir adelante. Jesús Ramírez Bermúdez (Ciudad de México, 1973) trabaja en el Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía como clínico, investigador y profesor. Sus estudios científicos han sido publicados en revistas de alto impacto en Estados Unidos, Reino Unido, Australia y Japón, en los ámbitos de la salud mental, la psiquiatría y las neurociencias clínicas, por las cuales ha obtenido reconocimientos en Australia (International Neuropsychiatric Association, 2006) y Estados Unidos (International Conference on Bipolar Disorders, Pittsburgh, 2011). Pertenece al Sistema Nacional de Investigadores de México. Puedes adquirir su libro en https://www.megustaleer.mx/libros/depresin/MMX-011616 Decidí evitar el recuento de los días que he permanecido en confinamiento. He perdido la noción del tiempo y aunque mi estilo de vida no ha cambiado mucho porque trabajo desde casa, la dinámica en general entró en una extraña mezcolanza entre una tensa calma y la incertidumbre ante el desconocimiento del impacto real y la recuperación de la economía.
El confinamiento, el aislamiento social y la falta de movilidad pueden detonar emociones contraproducentes como la frustración, el enojo, el miedo y la paranoia. Ricardo Trujillo Correa, académico de la Facultad de Psicología de la UNAM, advirtió que “en una multitud, la emocionalidad es contagiada y las personas se mueven por criterios de imágenes y no por la racionalidad”. Ante este escenario, la práctica del yoga ha sido una vía para recobrar la ecuanimidad y así generar, de manera sutil, una metodología para sentirme cómodo durante estos días. El maestro B.K.S. Iyengar escribió que la palabra yoga deriva de la raíz sánscrita yug que significa sujetar, reunir, uncir, juntar, dirigir la propia atención para su aplicación y uso. La pregunta es ¿qué hay que unir? Y desde mi perspectiva, es mantener la atención en la conexión que existe entre cuerpo, mente y espíritu. ¿A qué nos referimos con esto? Como un instinto de sobrevivencia, somos seres conservadores que no nos gusta cambiar de rutina ni de estilos de vida. Para entenderlo mejor, vayamos a un ejemplo. ¿Por qué dejar de comer carne cuando, por lo general, me proporciona todas las proteínas que necesito y si desde chico he sido carnívoro? ¿Por qué adoptar una nueva dieta? Y así nos podemos pasar diez, veinte, treinta o cuarenta años hasta que comienza algún problema de salud. Y si el diagnóstico del médico nos indica que tenemos que modificar nuestra dieta, el esfuerzo será titánico para lograrlo ya que nuestros hábitos, que en la filosofía del yoga se denominan samskaras, están tan arraigados que no se erradican de la noche a la mañana. Así pues, nuestros hábitos o samskaras generan pensamientos que provocan emociones que se traducen en acciones que nos llevan a ciertos resultados. Un ser en equilibrio debe ser consciente de esta conexión porque de lo contrario, la separación de mente, cuerpo y espíritu nos llevará al sufrimiento ya que comenzamos a actuar en automático y seguiremos comiendo carne a pesar de las recomendaciones médicas o nos mantendremos en una relación tóxica sin atender a la intuición de que no me producía felicidad, etcétera. En estos días, la mayoría de nosotros hemos tenido que modificar nuestras rutinas y hábitos de manera drástico y esto ha derivado en insomnio, dolores musculares, desórdenes alimenticios o problemas estomacales. Si lo que no ha enseñado el yoga es que, si nos duele, por ejemplo, la espalda, no es una zona aislada sino el resultado de las acciones. Por esa razón, debamos aprender a detenernos y observarnos. Esto es la auto indagación. Cuando te sientas incómodo durante este confinamiento, detente, observa el ritmo natural de tu respiración, elimina cualquier distractor y pregúntate: ¿Cómo alimentaste tu cuerpo? ¿Lo ejercitaste? ¿Le asignaste un descanso reparador? Si son emociones contraproducentes las que te producen incomodidad, revisa qué escuchaste a lo largo del día. ¿Cuánto tiempo destinaste a ver redes sociales o revisar noticias? ¿Te enganchas en las discusiones y los temores de otros? Si la desesperanza te lleva a un estado de ansiedad por la incertidumbre, ¿has recordado que todo está en constante cambio? ¿Cómo te relacionas con la noción de la divinidad ya sea que la entiendas como Dios, Jesús, Alá, Krishna, Gran Espíritu, el Ser, el estado luminoso, etcétera? Genera la confianza de que hay circunstancias que salen fuera de tu control y que puedes soltar para ser libre de ataduras. Conforme te hagas consciente, primero a nivel racional, de las respuestas a esta indagación, te recomiendo incorporar una práctica de meditación. Todo este trabajo de explorar tu mundo externo tendrá sentido en la medida que puedas acceder a estados meditativos. La meditación es el espacio seguro donde tanto tu mundo externo como interno se fusionan. Finalmente, hemos construido una cultura del tránsito. Por eso, este confinamiento nos ha trastornado de distintas maneras. Sin embargo, no permitas que esto te ancle en un estancamiento. La pregunta final que me hago es ¿qué me hace bien para seguir moviéndome y cómo puedo replicarlo en estos días de manera creativa? Deseo que estés bien y que pronto podamos coincidir. Te recuerdo que estamos ofreciendo clases en línea para empresas. Si quieres conocer más, descarga el folleto aquí www.yogaentuempresa.com/uploads/1/1/1/0/111076523/yoga_y_meditacio%CC%81n_en_li%CC%81nea.pdf Una de las experiencias que más nos ha confrontado durante estos días de confinamiento y distanciamiento social como medidas para disminuir el número de contagios de COVID-19 ha sido enfrentarnos a nosotros mismos.
Emocionalmente, cuando nuestros hábitos y rutinas cambian de manera abrupta, experimentamos soledad, ansiedad, miedo y otras emociones que perturban nuestra estabilidad ya que nos enfrentamos a la incertidumbre al sentir que nada está en nuestro control. Y si bien, los seremos humanos poseemos una asombrosa capacidad de adaptación, la nueva situación que estamos viviendo, nos obliga a replantear nuestras prioridades. De pronto, más allá de las reuniones familiares, hemos tenido que aprender a vivir los duelos de una manera distinta, a celebrar a nuestros afectos desde la distancia, a entender y desarrollar nuevas formas de trabajo y de generar ingresos, a consumir estrictamente lo necesario, a inventar nuevas formas de relacionarnos. Y, como bien los indican los especialistas, estas nuevas formas de interacción no terminarán una vez que regresemos a la “normalidad”, que, de normal, como la entendíamos, ya no tendrá nada. Pero para mí, el aprendizaje más grande ha sido el estar conmigo mismo. El principio de Satya u honestidad, que se enseña en los Yoga Sutras de Patañjali, resuena con gran fuerza en estos tiempos. Al no mirar hacia afuera ni compararme con los demás, soy mi mejor y única compañía. Ahora práctico desde la honestidad de preguntarme qué necesito fortalecer, qué sanar, qué relajar, qué contemplar. Si te das cuenta, hemos pasado por mucho para llegar a este momento. Lo que es prioritario en estos momentos es aplicar lo que has aprendido desde la honestidad. Dejar de deber ser para empezar a ser. Ya no tienes que ser ordenado y limpio porque es algo que se tiene que hacer, sino porque en estos momentos, practicar saucha, el principio de la limpieza y el orden del cuerpo y de tu espacio físico te permiten convivir como un ser armónico en un espacio limitado. ¿Cuántas veces habíamos oído que era importante mantenernos en ahimsa, es decir ausencia de violencia, sin lastimarte a ti ni a los demás? Hoy eres consciente de la importancia de cuidarte. Prácticas ejercicio atendiendo las necesidades de tu cuerpo, no lo que digan los demás, tomas tus medicamentos y comes con atención plena porque eres un ser en equilibrio, no porque sea una recomendación de alguien más. Para mí, la meditación, sigue siendo el lugar donde creo mi refugio emocional, donde me siento en calma, y desde donde puedo observar esta realidad cambiante, como un testigo. Medito no porque tenga que hacerlo, sino porque al meditar me permito ser yo, sin etiquetas ni comparaciones. Y finalmente, sigo indagando en aquello que me permite entender a mi mente, a mi relación con lo espiritual y lo terrenal; y también entender la conexión entre la salud física que me proporciona el ejercicio, mi alimentación y el descanso con mi salud mental y emocional. Todo esto porque hoy somos nuestra mejor compañía y qué mejor que acompañarnos de la mejor manera. Visita www.yogaentuempresa.com Nadie pone en duda que nos hemos visto obligados, ya sea de manera voluntaria o forzada, a cambiar nuestros hábitos y rutinas. Cuando la mente detecta señales que amenazan con desconfigurar el sistema que ha construido para garantizar la sobrevivencia, activamos nuestros mecanismos de defensa. Reaccionamos con respuestas como el enojo, la agresión, el comer de manera compulsiva y nos anclamos en la ansiedad que provoca la incertidumbre del futuro o estamos en riesgo de entrar en estados de depresión ante la añoranza de un pasado que también es una construcción idealizada de nuestros recuerdos.
Y estas emociones contraproducentes son una respuesta natural ante la construcción de hábitos que nos proporcionan cierta estabilidad como trabajar, abrir nuestros negocios, salir a caminar sin miedo a enfermarnos, etcétera. El problema radica en que tendemos a exacerbar estos sentimientos como resultado del confinamiento. Uno de los libros que nos ayudan a entender qué es el yoga, fue escrito por Patañjali y se conoce como los Yoga Sutras. Al inicio del libro, él afirma que “yoga es la cesación de las fluctuaciones de la mente”. Cuando la mente va de un lado a otro, corremos el riesgo de perder el enfoque y dirigir nuestra atención a las noticias falsas, a escenarios fatalistas, a las fallas de los demás, etcétera. Swami Chinmayananda explica que nosotros somos la mente. Si permitimos que la mente vaya detrás de cada pensamiento que nos provoca ira, miedo, ansiedad o enojo; nos convertiremos en seres iracundos, temerosos, resentidos o frustrados. Por esa razón, es fundamental entrenar a la mente para contactar con la calma. Cuando estamos serenos, podemos generar una conciencia testigo de nuestros pensamientos y comprender que el mundo exterior está en cambio constante. Todo se crea, se sostiene y se transforma. La situación que vivimos ahora surgió en algún momento, se mantendrá y también cambiará. Lo mismo ocurre con nuestras emociones, con nuestro cuerpo físico y con los roles que desempeñamos en el mundo. ¿Cómo entrenar a la mente para contactar con la calma y la serenidad en estos tiempos? La meditación es una práctica que te permite acceder a la paz, la calma y la serenidad que no dependen de los factores externos. Si no sabes meditar, simplemente date la oportunidad de estar 20 minutos sin hacer nada ni consultar teléfonos celulares y comenzar a escuchar el silencio, el sonido de los pájaros, del viento, de la quietud que ahora vivimos. También Patañjali desarrolla en sus Yoga Sutras cinco acciones que debemos fomentar para que sea menos complejo suspender las fluctuaciones de la mente y que están directamente relacionados con nuestras actitudes en el entorno. Forman la raíz que sostienen las ocho ramas del yoga de Patañjali. Las dos primeras ramas se denominan yamas, que son principios de conducta universal, y luego vienen los niyamas o principios de conducta personal. En esta entrega, dado el confinamiento en el que estamos ahora, revisemos los cinco niyamas: Saucha Orden y limpieza. Si queremos una mente clara y en calma, debemos movernos en un espacio igual. Si permitimos que los trastes se acumulen sin lavar, las habitaciones sin arreglar, los papeles en desorden, comenzaremos a desesperarnos y actuar desde la agresión. Shantosha Es la práctica del contentamiento y estar satisfecho con la vida tal cuál es. Si debo afrontar situaciones que me desestabilizan, sé que no son permanentes y por eso vivo en contentamiento. Tapas La práctica del yoga y la meditación implican constancia y disciplina. Esta palabra viene de fuego o calor interno. Si no somos disciplinados para cumplir con nuestras prácticas, ¿cómo vamos a quemar nuestras negatividades? Asigna los horarios que le vas a dedicar al ejercicio y a la meditación durante esta cuarentena que cumplirás de manera disciplinada. Hoy no tienes pretextos. Swadhyaya Es el estudio y la contemplación. ¿Qué le das a tu mente? ¿Cuánto tiempo dedicas a revisar redes sociales? Si bien es necesario estar informados, debes también asignar tiempo al estudio de libros y textos que te aporten paz, calma y serenidad a la mente. Ishvara Pranidhana Está relacionado con Shantosa o contentamiento y es aceptar que hay un principio elevado que permite que todo sea perfecto. Ya sea que lo concibas como Dios, Jesús, Alá, el Gran Espíritu, Buda, el Ser, Krishna o Yahvé; confía y deja fluir. Conforme vayamos desarrollando estos espacios de claridad, de paz y de serenidad, nuestra capacidad de comprensión se ampliará porque ya no decidimos desde el miedo sino desde la claridad. Al final de cuentas, lo que tenemos real y tangible es el momento presente. Nada más. No hay por qué angustiarnos. Al habitar el presente, estaremos mejor preparados para enfrentar el futuro. En estos momentos, cuando necesitamos mantener la economía estable, te recomiendo mi libro más reciente Respira, medita & recupera tu felicidad publicado por Ediciones Panamericanas. 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Esta es una de las razones por las cuales somos seres de hábitos ya que las rutinas nos proporcionan una sensación de control y estabilidad que asociamos con la seguridad y el bienestar. ¿Por qué cambiar algo que me ha funcionado de manera óptima hasta este momento?
Pocas veces nos detenemos a reflexionar si aquello que definimos como “óptimo” es un hecho inflexible que no admite posibilidades. “El ser humano es conservador, no le gusta cambiar de rutina ni los estilos de vida a los que está acostumbrado”, explica Ricardo Trujillo Correa, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Una de las primeras lecciones que aprendí cuando comencé a practicar Hatha y Ashtanga Yoga, dos de las escuelas más populares de la práctica de posturas o ásanas, fue que el cuerpo humano encierra un campo infinito de posibilidades. La constancia y el enfoque te permiten desarrollar cualidades como la fortaleza, el equilibrio y la flexibilidad que consideraba que no eran parte de mi constitución física. Por esa razón, comenzar a practicar posturas implica una resistencia natural al enfrentarte a nuevas situaciones. Yo debía vencer nociones como “no soy flexible”, “debo bajar de peso para practicar”, “estos ejercicios son para jóvenes”, etcétera. Y la raíz de estas concepciones están en el miedo y el cambio de hábitos. El monje budista Thích Nhất Hạnh señala que “todo el mundo tiene miedo en ocasiones. Tenemos miedo, entre muchas otras cosas, a la soledad, el abandono, la vejez, la enfermedad y la muerte”. Durante la pandemia desatada por el Covid-19, el catedrático de la UNAM advierte que “nos enfrentaremos a emociones incómodas como el agobio del miedo, la frustración, el enojo y la paranoia. Estas sensaciones se mezclan entre quienes deben cumplir con un aislamiento obligatorio o quienes han optado por aislarse para no contribuir a la expansión del nuevo virus”. La saturación de información y, como contraparte, la desinformación aunada a la crisis por un miedo viralizado en redes sociales, nos expone a altos niveles de estrés que se añaden a las presiones cotidianas ante la incertidumbre de un escenario económico complicado. Trujillo Correa recomienda que “para que el aislamiento se viva de la mejor manera se debe tener conciencia de que el malestar viene cuando hay un cambio en el comportamiento. Esto no significa verlo como algo negativo, sino como una oportunidad para adaptarse. Por eso se debe tener en claro el motivo por el que estoy cambiando mi rutina”. Si reflexionamos sobre el carácter no permanente de todo lo que existe, seremos más consciente de que esta situación que estamos enfrentando cambiará. Mientras tanto, es importante desarrollar nuevos hábitos que nos permitan sobrellevar esta etapa de la mejor manera. En primer lugar, incorpora a tu rutina, una práctica de meditación para acceder a un estado de calma y serenidad. Además, al meditar generas una consciencia plena de habitar en el presente y no en las proyecciones que surgen de lo que lees en redes sociales o escuchas en medios de comunicación. Si no sabes cómo meditar, envíame un mensaje de texto para indicarte dónde puedes aprender las bases de una práctica meditativa de manera gratuita. En segundo lugar, a partir del estado de claridad que surge de una práctica meditativa, reflexiona para identificar las raíces de tu miedo. ¿A qué le temes en realidad? ¿A la soledad? ¿Al rechazo? ¿A la pérdida? Thích Nhất Hạnh enseña que “reconocer y cuidar el miedo interno es el primer paso para abandonarlo”. En tercer lugar, es vital mantener la salud del cuerpo. Te recomiendo comenzar a practicar yoga. Muchos maestros han comenzado a ofrecer clases y tutoriales en redes sociales sin costo. Aquí es importante asegurarte que las clases correspondan a tu nivel de práctica. Al no tener un maestro de manera presencial, no podrá ajustarte ni corregir la ejecución de las posturas. Por eso es vital, antes de comenzar a practicar, elegir la sesión adecuada. Si tienes dudas, escríbeme por mensaje directo y te podré dar algunas recomendaciones. Aliméntate bien, duerme a tus horas y evita hábitos como el consumo excesivo de alcohol y tabaco. Si tienes una enfermedad crónica, no la desatiendas y sigue las recomendaciones de tu médico. En cuarto lugar, cuida qué le das a tu mente. De lo que lees, observas o escuchas, ¿qué te causa angustia o ansiedad? ¿Qué te brinda una sensación de paz? Sé selectivo con la información. No se trata de esconder la cabeza como avestruz y negar la existencia de nuestras circunstancias sino de aplicar filtros para lograr una mayor claridad. Sigue los protocolos e indicaciones de las autoridades de salud. Ya sea que elijas las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la del gobierno federal, de la Universidad Johns Hopkins o cualquiera; enfócate en una y deja de leer aquí y allá porque eso solo genera confusión y ruido interno. Asigna un horario específico para cumplir con tu trabajo, otro para informarte y el resto, aprovecha para leer libros y novelas. Si vas a ver series en streaming, se consciente que pueden resultar adictivas y es probable que adoptes posturas que te causen dolores en espalda y cuello. Aquí la clave es destinar un tiempo determinado a cada una de estas actividades. Y finalmente, es fundamental generar una mayor empatía. Las pandemias no excluyen a ricos ni pobres. Desgastarte en discusiones políticas no te liberará de un posible contagio. Hay personas que deben salir a trabajar y que viven al día. Apóyalas consumiendo sus productos. Sé muy cuidadoso con lo que dices y publicas en tus redes sociales. No generes confusión ni odio. La compasión es una práctica benéfica para la mente. Estigmatizar a alguien por pertenecer a un grupo racial o por ser un posible portador solo agrava la situación de división. No nos olvidemos de nuestros adultos mayores ni tampoco de los adolescentes que atraviesan por una etapa donde la actividad y la interacción social son fundamentales para su desarrollo. Yo me cuido, tu te cuidas, nos cuidamos todos. Solo juntos, independientemente de nuestras filias y fobias ideológicas, podremos salir y superar esta etapa temporal de la mejor manera. En estos momentos, cuando necesitamos mantener la economía estable, te recomiendo mi libro más reciente Respira, medita & recupera tu felicidad publicado por Ediciones Panamericanas. Aquí los enlaces de dónde puedes comprarlo: https://www.gandhi.com.mx/respira-medita-y-recupera-tu-felicidad-un-plan-de-28-dias-para-reconectar-con-tu-bienestar https://www.porrua.mx/libro/GEN:9786079437299/respira-medita-recupera-tu-felicidad/mesino-daniel/9786079437299 www.sanborns.com.mx/producto/67285/respira-medita-recupera-tu-felicidad/ www.amazon.com.mx/dp/6079437295/ref=cm_sw_r_tw_apa_i_9oOEEbYE2XMQK Al adquirirlo no solamente me apoyas a mí como autor sino también a la cadena que hace posible que se sigan publicando libros y que va desde el personal en las editoriales, diseñadores, correctores, impresores, y libreros. Muchas gracias. Un libro puede hacer la gran diferencia. Hace ya más de veinte años, cuando cursaba la universidad, uno de mis maestros, Rafael Serrano, nos advirtió que la siguiente gran revolución, después de la industrial, no sería tecnológica ni digital sino de género. Tuve muy presente ese comentario mientras era testigo de cómo miles de mujeres tomaron las calles, aquel domingo 8 de marzo para después alzar su voz a través de su ausencia.
En este sentido, la pregunta que muchos, de nosotros seguramente se está planteando es ¿qué sigue a continuación? Desde mi perspectiva, uno de los detonadores de la violencia es el miedo que causa lo desconocido. Y en un país tan diverso, como México, tendemos a generar una visión, le llamaría umbilical, de nuestro propio entorno que nos impide ver las distintas concepciones que nos hemos construido como mexicanos y que muchas veces, son antagónicas. Y es aquí donde comienzan a gestionarse la intolerancia, la violencia y el juicio a priori. Por eso es importante escuchar a todas las voces. Podremos no coincidir, pero reconocer la diversidad y nuestras diferencias es un primer paso para construir una sociedad menos agresiva y hostil. Por eso, traigo a colación el libro escrito por Tatiana Clouthier en coautoría con Valeria Guerra, Parejas, parejas, publicado por Harper Collins México a finales del año pasado. En una época dónde las mujeres han comenzado a ganar espacios, las autoras se dieron a la tarea de narrar los perfiles de un grupo de mexicanas que se han destacado en la política, los negocios, las artes, la gestión empresarial, los deportes, y las relaciones públicas, entre otras esferas de los distintos ámbitos profesionales tanto en México como en Estados Unidos. La originalidad de este libro radica en que tanto Valeria como Tatiana se enfocaron en indagar qué aspectos de la trayectoria de estas mujeres y su entorno las habían ayudado a llegar a donde están, desde la perspectiva de sus parejas. ¿Por qué entrevistar a los maridos? Tatiana Clouthier y Valeria Guerra responden porque nunca habíamos escuchado su versión ya que pocas veces se les pregunta cómo experimentan el éxito de sus cónyuges, qué significa para ellos compartir su vida con personas muy reconocidas, esto es, con mujeres que “brillan”. Así pues, los lectores podrán adentrarse a la vida de Ángeles Mastretta a través de la mirada del también escritor Héctor Aguilar Camín; de la directora de Nissan México, Mayra González en voz de su esposo Carlos Andrade; de la cantante Lila Downs y el relato de su pareja, el músico Paul R. Cohen, quien cuenta cómo ha sido un hermoso desafío separar la vida personal de la profesional; o de la actual Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien su esposo, el doctor en derecho Eduardo García, narra cómo ha evolucionado su relación desde el momento en que se conocieron, hace 50 años, en la Facultad de Derecho de la UNAM. Estas son solo algunas de las 16 entrevistas realizadas por Clouthier y Guerra, donde ellas mismas cuentan también sus historias a través de sus respectivas parejas, José Martínez Minor y Mauricio Navarro Garza. En una época donde los estudios de género se han propuesto desentrañar la madeja de mediaciones subjetivas, económicas, políticas, sociales y culturales que influyen de manera significativa en la construcción social de las feminidades y, en nuestros tiempos, de las masculinidades, el libro Parejas, parejas, permite comenzar a comprender, desde las narraciones de los entrevistados, que han sido ellas, con sus proyectos de vida, quienes han desafiado la relación de pareja cómo se nos había impuesto. Parejas, parejas publicada por Harper Collins México está disponible en librerías y en su versión electrónica. Para más información, consulta: www.elsotano.com/libro/parejas-parejas-hombres-que-comparten-la-vida-con-mujeres-poderosas_10571184 pendulo.com/libro/parejas-parejas_388710 laventanalibreria.com/products/parejas-parejas www.amazon.com.mx/dp/B07ZXLG9J6/ref=cm_sw_em_r_mt_dp_U_2bWAEbAB6FB9X Por otro lado, aquí te dejo el enlace de mi novela más reciente: Buenos días Avril, ¡estás en Delhi! publicada por Harper Collins México y disponible en formatos impreso e electrónico: leer.amazon.com.mx/kp/embed?asin=B07SXDHSPL&preview=newtab&linkCode=kpe&ref_=cm_sw_r_kb_dp_KMLmEb08WKFQF Si estás en Estados Unidos, la novela estará disponible a partir del 2 de junio. Ahora está en preventa. Puedes ordenarla en: www.harpercollins.com/9786075620121/buenos-dias-avril-good-morning-april-spanish-edition/ Hace un par de años, leí un libro que, desafortunadamente, no hizo eco entre los lectores, pero hoy, después de la marcha del 8 de marzo y la protesta de Un día sin mujeres, me hizo reflexionar sobre la importancia de volverlo a leer y revisarlo.
Se trata del libro El hombre consciente escrito por John Gray en colaboración con Arjuna Ardagh y publicado en 2016. Tras la experiencia del 8 y 9 de marzo, la pregunta a continuación es qué sigue. Hemos llegado a un punto insostenible, no solo en México sino en varias latitudes que obligan a replantearnos los modelos y valores con los cuáles hemos sido educados. Las mujeres no solo alzaron la voz el 8 de marzo, sino que al día siguiente nos hicieron conscientes sobre su papel determinante en la sociedad a través de su silencio y su ausencia. Uno de mis maestros de la universidad, hace más de veinte años, nos enseñó que la siguiente gran revolución, después de la industrial, no sería tecnológica, nuclear o de otra índole sino de género. ¡Cuánta razón tenía! Y en este sentido, no solo en nuestro país, sino en varias sociedades del mundo, el machismo ha estado tan arraigado que se replica constantemente de manera natural y se refuerza en la publicidad, en el deporte, el espectáculo y las artes, la política y el gobierno, la religión, la escuela y, sobre todo, en casa. ¿Cómo cambiar esta visión y dirigirnos hacia una nueva masculinidad en una sociedad machista y misógina que excluye a los hombres que se muestran empáticos y que se han reconciliado con su lado emotivo? Porque si lloras, eres marica; si en una sobre mesa no se habla de lo “buena que está una vieja” no entras en la conversación; si, como jefe, desacreditas la visión de tus colaboradoras porque son mujeres, entonces ganas autoridad ante tus colegas hombres; etcétera. Cuando decidí escribir mi primera novela, Buenos días Avril, ¡estás en Delhi! deliberadamente presenté una serie de personajes que provenían de distintos estratos socio económicos, credos religiosos, orientación sexual, razas, etcétera, como una manera de mostrar la diversidad en un mundo donde cada día las fronteras están más diluidas. Y ante este escenario global, donde cada vez nos hacemos más presentes, el miedo a lo que desconocemos provoca las peores acciones como el rechazo, el juicio a priori, la descalificación, la agresión y la violencia. Y es aquí donde el libro de John Gray y Arjuna Ardagh bien vale la pena revisar. Los autores señalan que vivimos una etapa donde los hombres estamos enfrentando desafíos como nunca antes y que nos obligan a redefinir nuestra interacción con las mujeres. De acuerdo con los autores, son tres los escenarios más comunes: 1. Rechazar el cambio de rol que surge a partir de que las mujeres exigen una sociedad más igualitaria. En este grupo están los hombres que en franco desacuerdo se aferran a los viejos cánones donde un hombre se definía por su rudeza y fortaleza. 2. Sentirse culpable por su masculinidad y comenzar a expresar sus sentimientos, conectando con su lado femenino, pero en el futuro, disminuyendo su autoestima porque pierde el sentido de su papel en el mundo. 3. Asumir que no hay diferencias de género. Sin embargo, muchas veces se cae en el riesgo de adoptar una postura de igualdad y al mismo tiempo descartar que hombres y mujeres somos diferentes. Por estas razones, la propuesta de Gray y Ardagh llamó mi atención. Ellos exponen el ejercicio de la elección consciente, donde el hombre, más allá de las diferencias biológicas y de construcción social, es consciente del balance que existe entre lo femenino y lo masculino. Al ser testigo activo del constante fluir en los roles, el hombre desarrolla la acción consciente a partir de la reflexión y no de la reacción autómata. El hombre consciente sabe que hay una serie de roles diferentes que puede asumir y disfrutar en su vida. Sabe que la época en que nos ha tocado vivir es muy distinta a la manera en la que fuimos educados y que esta evolución ya no se puede parar. El miedo ya no lo limita al saber que su papel en la vida no es una obligación sino un espacio para la creatividad. Para comenzar a desarrollar esta noción, lo primero que tenemos que hacer es conocernos a nosotros mismos. La introspección a través de prácticas contemplativas son una vía efectiva para identificar: 1. ¿Cuál es nuestra misión en el mundo? 2. ¿Qué nos atemoriza? 3. ¿Qué nos fortalece? 4. ¿Cómo me relaciono con las mujeres? 5. ¿Cuáles de mis acciones son violentas hacia ellas? 6. ¿Cómo puedo generar una relación no violenta con las mujeres? 7. ¿Cuáles las enaltecen? 8. ¿En qué somos iguales a ellas? 9. ¿En qué nos diferenciamos? 10. ¿Qué roles típicamente femeninos puedo asumir, pero no me atrevía? Si bien es cierto que los hombres somos seres sociales, busquemos tiempo a solas para meditar, reflexionar y contemplar. No basta con manifestar nuestras ideas en Facebook o Twitter. Necesitamos subirnos a esta revolución y estar con ellas, a su lado, redefiniendo cómo hemos sido educados y cómo educaremos a las futuras generaciones desde la claridad y luminosidad de una mente en paz. Te recomiendo el libro: “Respira, medita y recupera tu felicidad” publicado por Editorial Panamericana. Si quieres profundizar en la práctica de la contemplación, puedes adquirirlo en los siguientes lugares con entrega a tu domicilio. Sola da un clic en la librería de tu preferencia: |
Daniel mESINOEditor de libros, instructor de yoga, director y fundador de www.yogaentuempresa.com Archivos
Abril 2023
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