Una de las experiencias que más nos ha confrontado durante estos días de confinamiento y distanciamiento social como medidas para disminuir el número de contagios de COVID-19 ha sido enfrentarnos a nosotros mismos.
Emocionalmente, cuando nuestros hábitos y rutinas cambian de manera abrupta, experimentamos soledad, ansiedad, miedo y otras emociones que perturban nuestra estabilidad ya que nos enfrentamos a la incertidumbre al sentir que nada está en nuestro control. Y si bien, los seremos humanos poseemos una asombrosa capacidad de adaptación, la nueva situación que estamos viviendo, nos obliga a replantear nuestras prioridades. De pronto, más allá de las reuniones familiares, hemos tenido que aprender a vivir los duelos de una manera distinta, a celebrar a nuestros afectos desde la distancia, a entender y desarrollar nuevas formas de trabajo y de generar ingresos, a consumir estrictamente lo necesario, a inventar nuevas formas de relacionarnos. Y, como bien los indican los especialistas, estas nuevas formas de interacción no terminarán una vez que regresemos a la “normalidad”, que, de normal, como la entendíamos, ya no tendrá nada. Pero para mí, el aprendizaje más grande ha sido el estar conmigo mismo. El principio de Satya u honestidad, que se enseña en los Yoga Sutras de Patañjali, resuena con gran fuerza en estos tiempos. Al no mirar hacia afuera ni compararme con los demás, soy mi mejor y única compañía. Ahora práctico desde la honestidad de preguntarme qué necesito fortalecer, qué sanar, qué relajar, qué contemplar. Si te das cuenta, hemos pasado por mucho para llegar a este momento. Lo que es prioritario en estos momentos es aplicar lo que has aprendido desde la honestidad. Dejar de deber ser para empezar a ser. Ya no tienes que ser ordenado y limpio porque es algo que se tiene que hacer, sino porque en estos momentos, practicar saucha, el principio de la limpieza y el orden del cuerpo y de tu espacio físico te permiten convivir como un ser armónico en un espacio limitado. ¿Cuántas veces habíamos oído que era importante mantenernos en ahimsa, es decir ausencia de violencia, sin lastimarte a ti ni a los demás? Hoy eres consciente de la importancia de cuidarte. Prácticas ejercicio atendiendo las necesidades de tu cuerpo, no lo que digan los demás, tomas tus medicamentos y comes con atención plena porque eres un ser en equilibrio, no porque sea una recomendación de alguien más. Para mí, la meditación, sigue siendo el lugar donde creo mi refugio emocional, donde me siento en calma, y desde donde puedo observar esta realidad cambiante, como un testigo. Medito no porque tenga que hacerlo, sino porque al meditar me permito ser yo, sin etiquetas ni comparaciones. Y finalmente, sigo indagando en aquello que me permite entender a mi mente, a mi relación con lo espiritual y lo terrenal; y también entender la conexión entre la salud física que me proporciona el ejercicio, mi alimentación y el descanso con mi salud mental y emocional. Todo esto porque hoy somos nuestra mejor compañía y qué mejor que acompañarnos de la mejor manera. Visita www.yogaentuempresa.com
0 Comments
Nadie pone en duda que nos hemos visto obligados, ya sea de manera voluntaria o forzada, a cambiar nuestros hábitos y rutinas. Cuando la mente detecta señales que amenazan con desconfigurar el sistema que ha construido para garantizar la sobrevivencia, activamos nuestros mecanismos de defensa. Reaccionamos con respuestas como el enojo, la agresión, el comer de manera compulsiva y nos anclamos en la ansiedad que provoca la incertidumbre del futuro o estamos en riesgo de entrar en estados de depresión ante la añoranza de un pasado que también es una construcción idealizada de nuestros recuerdos.
Y estas emociones contraproducentes son una respuesta natural ante la construcción de hábitos que nos proporcionan cierta estabilidad como trabajar, abrir nuestros negocios, salir a caminar sin miedo a enfermarnos, etcétera. El problema radica en que tendemos a exacerbar estos sentimientos como resultado del confinamiento. Uno de los libros que nos ayudan a entender qué es el yoga, fue escrito por Patañjali y se conoce como los Yoga Sutras. Al inicio del libro, él afirma que “yoga es la cesación de las fluctuaciones de la mente”. Cuando la mente va de un lado a otro, corremos el riesgo de perder el enfoque y dirigir nuestra atención a las noticias falsas, a escenarios fatalistas, a las fallas de los demás, etcétera. Swami Chinmayananda explica que nosotros somos la mente. Si permitimos que la mente vaya detrás de cada pensamiento que nos provoca ira, miedo, ansiedad o enojo; nos convertiremos en seres iracundos, temerosos, resentidos o frustrados. Por esa razón, es fundamental entrenar a la mente para contactar con la calma. Cuando estamos serenos, podemos generar una conciencia testigo de nuestros pensamientos y comprender que el mundo exterior está en cambio constante. Todo se crea, se sostiene y se transforma. La situación que vivimos ahora surgió en algún momento, se mantendrá y también cambiará. Lo mismo ocurre con nuestras emociones, con nuestro cuerpo físico y con los roles que desempeñamos en el mundo. ¿Cómo entrenar a la mente para contactar con la calma y la serenidad en estos tiempos? La meditación es una práctica que te permite acceder a la paz, la calma y la serenidad que no dependen de los factores externos. Si no sabes meditar, simplemente date la oportunidad de estar 20 minutos sin hacer nada ni consultar teléfonos celulares y comenzar a escuchar el silencio, el sonido de los pájaros, del viento, de la quietud que ahora vivimos. También Patañjali desarrolla en sus Yoga Sutras cinco acciones que debemos fomentar para que sea menos complejo suspender las fluctuaciones de la mente y que están directamente relacionados con nuestras actitudes en el entorno. Forman la raíz que sostienen las ocho ramas del yoga de Patañjali. Las dos primeras ramas se denominan yamas, que son principios de conducta universal, y luego vienen los niyamas o principios de conducta personal. En esta entrega, dado el confinamiento en el que estamos ahora, revisemos los cinco niyamas: Saucha Orden y limpieza. Si queremos una mente clara y en calma, debemos movernos en un espacio igual. Si permitimos que los trastes se acumulen sin lavar, las habitaciones sin arreglar, los papeles en desorden, comenzaremos a desesperarnos y actuar desde la agresión. Shantosha Es la práctica del contentamiento y estar satisfecho con la vida tal cuál es. Si debo afrontar situaciones que me desestabilizan, sé que no son permanentes y por eso vivo en contentamiento. Tapas La práctica del yoga y la meditación implican constancia y disciplina. Esta palabra viene de fuego o calor interno. Si no somos disciplinados para cumplir con nuestras prácticas, ¿cómo vamos a quemar nuestras negatividades? Asigna los horarios que le vas a dedicar al ejercicio y a la meditación durante esta cuarentena que cumplirás de manera disciplinada. Hoy no tienes pretextos. Swadhyaya Es el estudio y la contemplación. ¿Qué le das a tu mente? ¿Cuánto tiempo dedicas a revisar redes sociales? Si bien es necesario estar informados, debes también asignar tiempo al estudio de libros y textos que te aporten paz, calma y serenidad a la mente. Ishvara Pranidhana Está relacionado con Shantosa o contentamiento y es aceptar que hay un principio elevado que permite que todo sea perfecto. Ya sea que lo concibas como Dios, Jesús, Alá, el Gran Espíritu, Buda, el Ser, Krishna o Yahvé; confía y deja fluir. Conforme vayamos desarrollando estos espacios de claridad, de paz y de serenidad, nuestra capacidad de comprensión se ampliará porque ya no decidimos desde el miedo sino desde la claridad. Al final de cuentas, lo que tenemos real y tangible es el momento presente. Nada más. No hay por qué angustiarnos. Al habitar el presente, estaremos mejor preparados para enfrentar el futuro. En estos momentos, cuando necesitamos mantener la economía estable, te recomiendo mi libro más reciente Respira, medita & recupera tu felicidad publicado por Ediciones Panamericanas. Aquí puedes comprarlo y te lo entregan en tu domicilio: www.gandhi.com.mx/respira-medita-y-recupera-tu-felicidad-un-plan-de-28-dias-para-reconectar-con-tu-bienestar https://www.elsotano.com/libro/respira-medita-y-recupera-tu-felicidad-un-plan-de-28-dias-para-reconectar-con-tu-bienestar_10554856 https://www.porrua.mx/libro/GEN:9786079437299/respira-medita-recupera-tu-felicidad/mesino-daniel/9786079437299 www.sanborns.com.mx/producto/67285/respira-medita-recupera-tu-felicidad/ https://www.amazon.com.mx/dp/6079437295/ref=cm_sw_r_tw_apa_i_9oOEEbYE2XMQK Al adquirirlo no solamente me apoyas a mí como autor sino también a la cadena que hace posible que se sigan publicando libros y que va desde el personal en las editoriales, diseñadores, correctores, impresores, y libreros. Muchas gracias. Un libro puede hacer la gran diferencia. Una de las funciones principales de la mente es asegurar la supervivencia con el menor desgaste energético. Esta es una de las razones por las cuales somos seres de hábitos ya que las rutinas nos proporcionan una sensación de control y estabilidad que asociamos con la seguridad y el bienestar. ¿Por qué cambiar algo que me ha funcionado de manera óptima hasta este momento?
Pocas veces nos detenemos a reflexionar si aquello que definimos como “óptimo” es un hecho inflexible que no admite posibilidades. “El ser humano es conservador, no le gusta cambiar de rutina ni los estilos de vida a los que está acostumbrado”, explica Ricardo Trujillo Correa, académico de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México. Una de las primeras lecciones que aprendí cuando comencé a practicar Hatha y Ashtanga Yoga, dos de las escuelas más populares de la práctica de posturas o ásanas, fue que el cuerpo humano encierra un campo infinito de posibilidades. La constancia y el enfoque te permiten desarrollar cualidades como la fortaleza, el equilibrio y la flexibilidad que consideraba que no eran parte de mi constitución física. Por esa razón, comenzar a practicar posturas implica una resistencia natural al enfrentarte a nuevas situaciones. Yo debía vencer nociones como “no soy flexible”, “debo bajar de peso para practicar”, “estos ejercicios son para jóvenes”, etcétera. Y la raíz de estas concepciones están en el miedo y el cambio de hábitos. El monje budista Thích Nhất Hạnh señala que “todo el mundo tiene miedo en ocasiones. Tenemos miedo, entre muchas otras cosas, a la soledad, el abandono, la vejez, la enfermedad y la muerte”. Durante la pandemia desatada por el Covid-19, el catedrático de la UNAM advierte que “nos enfrentaremos a emociones incómodas como el agobio del miedo, la frustración, el enojo y la paranoia. Estas sensaciones se mezclan entre quienes deben cumplir con un aislamiento obligatorio o quienes han optado por aislarse para no contribuir a la expansión del nuevo virus”. La saturación de información y, como contraparte, la desinformación aunada a la crisis por un miedo viralizado en redes sociales, nos expone a altos niveles de estrés que se añaden a las presiones cotidianas ante la incertidumbre de un escenario económico complicado. Trujillo Correa recomienda que “para que el aislamiento se viva de la mejor manera se debe tener conciencia de que el malestar viene cuando hay un cambio en el comportamiento. Esto no significa verlo como algo negativo, sino como una oportunidad para adaptarse. Por eso se debe tener en claro el motivo por el que estoy cambiando mi rutina”. Si reflexionamos sobre el carácter no permanente de todo lo que existe, seremos más consciente de que esta situación que estamos enfrentando cambiará. Mientras tanto, es importante desarrollar nuevos hábitos que nos permitan sobrellevar esta etapa de la mejor manera. En primer lugar, incorpora a tu rutina, una práctica de meditación para acceder a un estado de calma y serenidad. Además, al meditar generas una consciencia plena de habitar en el presente y no en las proyecciones que surgen de lo que lees en redes sociales o escuchas en medios de comunicación. Si no sabes cómo meditar, envíame un mensaje de texto para indicarte dónde puedes aprender las bases de una práctica meditativa de manera gratuita. En segundo lugar, a partir del estado de claridad que surge de una práctica meditativa, reflexiona para identificar las raíces de tu miedo. ¿A qué le temes en realidad? ¿A la soledad? ¿Al rechazo? ¿A la pérdida? Thích Nhất Hạnh enseña que “reconocer y cuidar el miedo interno es el primer paso para abandonarlo”. En tercer lugar, es vital mantener la salud del cuerpo. Te recomiendo comenzar a practicar yoga. Muchos maestros han comenzado a ofrecer clases y tutoriales en redes sociales sin costo. Aquí es importante asegurarte que las clases correspondan a tu nivel de práctica. Al no tener un maestro de manera presencial, no podrá ajustarte ni corregir la ejecución de las posturas. Por eso es vital, antes de comenzar a practicar, elegir la sesión adecuada. Si tienes dudas, escríbeme por mensaje directo y te podré dar algunas recomendaciones. Aliméntate bien, duerme a tus horas y evita hábitos como el consumo excesivo de alcohol y tabaco. Si tienes una enfermedad crónica, no la desatiendas y sigue las recomendaciones de tu médico. En cuarto lugar, cuida qué le das a tu mente. De lo que lees, observas o escuchas, ¿qué te causa angustia o ansiedad? ¿Qué te brinda una sensación de paz? Sé selectivo con la información. No se trata de esconder la cabeza como avestruz y negar la existencia de nuestras circunstancias sino de aplicar filtros para lograr una mayor claridad. Sigue los protocolos e indicaciones de las autoridades de salud. Ya sea que elijas las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, la del gobierno federal, de la Universidad Johns Hopkins o cualquiera; enfócate en una y deja de leer aquí y allá porque eso solo genera confusión y ruido interno. Asigna un horario específico para cumplir con tu trabajo, otro para informarte y el resto, aprovecha para leer libros y novelas. Si vas a ver series en streaming, se consciente que pueden resultar adictivas y es probable que adoptes posturas que te causen dolores en espalda y cuello. Aquí la clave es destinar un tiempo determinado a cada una de estas actividades. Y finalmente, es fundamental generar una mayor empatía. Las pandemias no excluyen a ricos ni pobres. Desgastarte en discusiones políticas no te liberará de un posible contagio. Hay personas que deben salir a trabajar y que viven al día. Apóyalas consumiendo sus productos. Sé muy cuidadoso con lo que dices y publicas en tus redes sociales. No generes confusión ni odio. La compasión es una práctica benéfica para la mente. Estigmatizar a alguien por pertenecer a un grupo racial o por ser un posible portador solo agrava la situación de división. No nos olvidemos de nuestros adultos mayores ni tampoco de los adolescentes que atraviesan por una etapa donde la actividad y la interacción social son fundamentales para su desarrollo. Yo me cuido, tu te cuidas, nos cuidamos todos. Solo juntos, independientemente de nuestras filias y fobias ideológicas, podremos salir y superar esta etapa temporal de la mejor manera. En estos momentos, cuando necesitamos mantener la economía estable, te recomiendo mi libro más reciente Respira, medita & recupera tu felicidad publicado por Ediciones Panamericanas. Aquí los enlaces de dónde puedes comprarlo: https://www.gandhi.com.mx/respira-medita-y-recupera-tu-felicidad-un-plan-de-28-dias-para-reconectar-con-tu-bienestar https://www.porrua.mx/libro/GEN:9786079437299/respira-medita-recupera-tu-felicidad/mesino-daniel/9786079437299 www.sanborns.com.mx/producto/67285/respira-medita-recupera-tu-felicidad/ www.amazon.com.mx/dp/6079437295/ref=cm_sw_r_tw_apa_i_9oOEEbYE2XMQK Al adquirirlo no solamente me apoyas a mí como autor sino también a la cadena que hace posible que se sigan publicando libros y que va desde el personal en las editoriales, diseñadores, correctores, impresores, y libreros. Muchas gracias. Un libro puede hacer la gran diferencia. Hace ya más de veinte años, cuando cursaba la universidad, uno de mis maestros, Rafael Serrano, nos advirtió que la siguiente gran revolución, después de la industrial, no sería tecnológica ni digital sino de género. Tuve muy presente ese comentario mientras era testigo de cómo miles de mujeres tomaron las calles, aquel domingo 8 de marzo para después alzar su voz a través de su ausencia.
En este sentido, la pregunta que muchos, de nosotros seguramente se está planteando es ¿qué sigue a continuación? Desde mi perspectiva, uno de los detonadores de la violencia es el miedo que causa lo desconocido. Y en un país tan diverso, como México, tendemos a generar una visión, le llamaría umbilical, de nuestro propio entorno que nos impide ver las distintas concepciones que nos hemos construido como mexicanos y que muchas veces, son antagónicas. Y es aquí donde comienzan a gestionarse la intolerancia, la violencia y el juicio a priori. Por eso es importante escuchar a todas las voces. Podremos no coincidir, pero reconocer la diversidad y nuestras diferencias es un primer paso para construir una sociedad menos agresiva y hostil. Por eso, traigo a colación el libro escrito por Tatiana Clouthier en coautoría con Valeria Guerra, Parejas, parejas, publicado por Harper Collins México a finales del año pasado. En una época dónde las mujeres han comenzado a ganar espacios, las autoras se dieron a la tarea de narrar los perfiles de un grupo de mexicanas que se han destacado en la política, los negocios, las artes, la gestión empresarial, los deportes, y las relaciones públicas, entre otras esferas de los distintos ámbitos profesionales tanto en México como en Estados Unidos. La originalidad de este libro radica en que tanto Valeria como Tatiana se enfocaron en indagar qué aspectos de la trayectoria de estas mujeres y su entorno las habían ayudado a llegar a donde están, desde la perspectiva de sus parejas. ¿Por qué entrevistar a los maridos? Tatiana Clouthier y Valeria Guerra responden porque nunca habíamos escuchado su versión ya que pocas veces se les pregunta cómo experimentan el éxito de sus cónyuges, qué significa para ellos compartir su vida con personas muy reconocidas, esto es, con mujeres que “brillan”. Así pues, los lectores podrán adentrarse a la vida de Ángeles Mastretta a través de la mirada del también escritor Héctor Aguilar Camín; de la directora de Nissan México, Mayra González en voz de su esposo Carlos Andrade; de la cantante Lila Downs y el relato de su pareja, el músico Paul R. Cohen, quien cuenta cómo ha sido un hermoso desafío separar la vida personal de la profesional; o de la actual Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, quien su esposo, el doctor en derecho Eduardo García, narra cómo ha evolucionado su relación desde el momento en que se conocieron, hace 50 años, en la Facultad de Derecho de la UNAM. Estas son solo algunas de las 16 entrevistas realizadas por Clouthier y Guerra, donde ellas mismas cuentan también sus historias a través de sus respectivas parejas, José Martínez Minor y Mauricio Navarro Garza. En una época donde los estudios de género se han propuesto desentrañar la madeja de mediaciones subjetivas, económicas, políticas, sociales y culturales que influyen de manera significativa en la construcción social de las feminidades y, en nuestros tiempos, de las masculinidades, el libro Parejas, parejas, permite comenzar a comprender, desde las narraciones de los entrevistados, que han sido ellas, con sus proyectos de vida, quienes han desafiado la relación de pareja cómo se nos había impuesto. Parejas, parejas publicada por Harper Collins México está disponible en librerías y en su versión electrónica. Para más información, consulta: www.elsotano.com/libro/parejas-parejas-hombres-que-comparten-la-vida-con-mujeres-poderosas_10571184 pendulo.com/libro/parejas-parejas_388710 laventanalibreria.com/products/parejas-parejas www.amazon.com.mx/dp/B07ZXLG9J6/ref=cm_sw_em_r_mt_dp_U_2bWAEbAB6FB9X Por otro lado, aquí te dejo el enlace de mi novela más reciente: Buenos días Avril, ¡estás en Delhi! publicada por Harper Collins México y disponible en formatos impreso e electrónico: leer.amazon.com.mx/kp/embed?asin=B07SXDHSPL&preview=newtab&linkCode=kpe&ref_=cm_sw_r_kb_dp_KMLmEb08WKFQF Si estás en Estados Unidos, la novela estará disponible a partir del 2 de junio. Ahora está en preventa. Puedes ordenarla en: www.harpercollins.com/9786075620121/buenos-dias-avril-good-morning-april-spanish-edition/ Hace un par de años, leí un libro que, desafortunadamente, no hizo eco entre los lectores, pero hoy, después de la marcha del 8 de marzo y la protesta de Un día sin mujeres, me hizo reflexionar sobre la importancia de volverlo a leer y revisarlo.
Se trata del libro El hombre consciente escrito por John Gray en colaboración con Arjuna Ardagh y publicado en 2016. Tras la experiencia del 8 y 9 de marzo, la pregunta a continuación es qué sigue. Hemos llegado a un punto insostenible, no solo en México sino en varias latitudes que obligan a replantearnos los modelos y valores con los cuáles hemos sido educados. Las mujeres no solo alzaron la voz el 8 de marzo, sino que al día siguiente nos hicieron conscientes sobre su papel determinante en la sociedad a través de su silencio y su ausencia. Uno de mis maestros de la universidad, hace más de veinte años, nos enseñó que la siguiente gran revolución, después de la industrial, no sería tecnológica, nuclear o de otra índole sino de género. ¡Cuánta razón tenía! Y en este sentido, no solo en nuestro país, sino en varias sociedades del mundo, el machismo ha estado tan arraigado que se replica constantemente de manera natural y se refuerza en la publicidad, en el deporte, el espectáculo y las artes, la política y el gobierno, la religión, la escuela y, sobre todo, en casa. ¿Cómo cambiar esta visión y dirigirnos hacia una nueva masculinidad en una sociedad machista y misógina que excluye a los hombres que se muestran empáticos y que se han reconciliado con su lado emotivo? Porque si lloras, eres marica; si en una sobre mesa no se habla de lo “buena que está una vieja” no entras en la conversación; si, como jefe, desacreditas la visión de tus colaboradoras porque son mujeres, entonces ganas autoridad ante tus colegas hombres; etcétera. Cuando decidí escribir mi primera novela, Buenos días Avril, ¡estás en Delhi! deliberadamente presenté una serie de personajes que provenían de distintos estratos socio económicos, credos religiosos, orientación sexual, razas, etcétera, como una manera de mostrar la diversidad en un mundo donde cada día las fronteras están más diluidas. Y ante este escenario global, donde cada vez nos hacemos más presentes, el miedo a lo que desconocemos provoca las peores acciones como el rechazo, el juicio a priori, la descalificación, la agresión y la violencia. Y es aquí donde el libro de John Gray y Arjuna Ardagh bien vale la pena revisar. Los autores señalan que vivimos una etapa donde los hombres estamos enfrentando desafíos como nunca antes y que nos obligan a redefinir nuestra interacción con las mujeres. De acuerdo con los autores, son tres los escenarios más comunes: 1. Rechazar el cambio de rol que surge a partir de que las mujeres exigen una sociedad más igualitaria. En este grupo están los hombres que en franco desacuerdo se aferran a los viejos cánones donde un hombre se definía por su rudeza y fortaleza. 2. Sentirse culpable por su masculinidad y comenzar a expresar sus sentimientos, conectando con su lado femenino, pero en el futuro, disminuyendo su autoestima porque pierde el sentido de su papel en el mundo. 3. Asumir que no hay diferencias de género. Sin embargo, muchas veces se cae en el riesgo de adoptar una postura de igualdad y al mismo tiempo descartar que hombres y mujeres somos diferentes. Por estas razones, la propuesta de Gray y Ardagh llamó mi atención. Ellos exponen el ejercicio de la elección consciente, donde el hombre, más allá de las diferencias biológicas y de construcción social, es consciente del balance que existe entre lo femenino y lo masculino. Al ser testigo activo del constante fluir en los roles, el hombre desarrolla la acción consciente a partir de la reflexión y no de la reacción autómata. El hombre consciente sabe que hay una serie de roles diferentes que puede asumir y disfrutar en su vida. Sabe que la época en que nos ha tocado vivir es muy distinta a la manera en la que fuimos educados y que esta evolución ya no se puede parar. El miedo ya no lo limita al saber que su papel en la vida no es una obligación sino un espacio para la creatividad. Para comenzar a desarrollar esta noción, lo primero que tenemos que hacer es conocernos a nosotros mismos. La introspección a través de prácticas contemplativas son una vía efectiva para identificar: 1. ¿Cuál es nuestra misión en el mundo? 2. ¿Qué nos atemoriza? 3. ¿Qué nos fortalece? 4. ¿Cómo me relaciono con las mujeres? 5. ¿Cuáles de mis acciones son violentas hacia ellas? 6. ¿Cómo puedo generar una relación no violenta con las mujeres? 7. ¿Cuáles las enaltecen? 8. ¿En qué somos iguales a ellas? 9. ¿En qué nos diferenciamos? 10. ¿Qué roles típicamente femeninos puedo asumir, pero no me atrevía? Si bien es cierto que los hombres somos seres sociales, busquemos tiempo a solas para meditar, reflexionar y contemplar. No basta con manifestar nuestras ideas en Facebook o Twitter. Necesitamos subirnos a esta revolución y estar con ellas, a su lado, redefiniendo cómo hemos sido educados y cómo educaremos a las futuras generaciones desde la claridad y luminosidad de una mente en paz. Te recomiendo el libro: “Respira, medita y recupera tu felicidad” publicado por Editorial Panamericana. Si quieres profundizar en la práctica de la contemplación, puedes adquirirlo en los siguientes lugares con entrega a tu domicilio. Sola da un clic en la librería de tu preferencia: La tentación es fuerte y no es sencillo permanecer ajeno a la ola en la que todos quieren subirse. Y me refiero al tema de moda, a la tendencia, a lo que se discute en redes sociales. Me había prometido mantener la disciplina de, al acostarme, no llevar mi teléfono celular ni mi tableta para consultar el famoso trending topic del día. Pero no lo hice.
Comencé a revisar un tweet, luego otro, y así también leía los hilos de las conversaciones. Me enojé, me preocupé, me angustié. Pensaba, “¿por qué le está pasando esto a mi país?” “¿No es posible ser mesurado?” “Lo único que logramos es lastimarnos”. Cuando consulté mi reloj, con sorpresa veo que eran ¡las tres de la madrugada! Había perdido la valiosa oportunidad de un sueño reparador por engancharme en discusiones que no me llevaron a ningún lugar más que al del sufrimiento innecesario. La Bhagavad Guita es uno de los textos fundamentales del hinduismo. Forma parte del Mahabharata, el gran poema épico de India que surge a partir del enfrentamiento entre dos familias. En la parte de la Guita, el arquero Arjuna, antes de entrar en la batalla, se atemoriza al percatarse de que en ambos bandos hay familiares, parientes, amigos, compañeros y maestros que librarán una guerra que solo traerá muerte y desolación. Es entonces cuando quien conducía el carruaje de batalla de Arjuna revela su verdadera identidad. Se trata de Krishna, una encarnación del dios Vishnu quien instruirá a Arjuna en el arte de la acción correcta. Y al recordar esta escena, inmediatamente pensé que yo era Arjuna, si bien no un arquero listo para la guerra, sí un ciudadano como tú que todos los días trabaja, cumple con sus obligaciones y desea una convivencia armónica con sus vecinos en una sociedad más equitativa. Y aunque no estaba frente a un campo de batalla, experimenté un pesar al leer los enfrentamientos y las discusiones que se daban en Twitter y que nos dividían en un sinsentido. Veía como mis amigos y conocidos que antes podían dialogar ahora se atacaban desmesuradamente fomentando un odio y rencor del que será difícil recuperarnos. Quizás algunos encuentren esto exagerado y pensarán que basta con no consultar Twitter pero como mencioné antes, no es tan simple. De acuerdo con una investigación realizada por la compañía Global Web Index, que trabaja con los datos que se generan a partir de la interacción en Twitter, Facebook, Instagram, Snapchat, Tik Toe, etc., en 2019, los usuarios de Internet destinaron un promedio de 2 horas y 22 minutos al día en estas aplicaciones y plataformas de mensajería. Algunos especialistas como la psicóloga Daria Kuss y el doctor Mark Griffiths, director de la Unidad de Investigación de Games Research del Departamento de Psicología de la Universidad de Nottingham Trent en el Reino Unido, han alertado sobre los efectos negativos de la exposición excesiva de redes sociales en la salud y el bienestar de los usuarios, especialmente de los jóvenes. Algunos de los problemas psicológicos detectados son ansiedad, depresión, soledad, Trastorno por Déficit de Atención e hiperactividad y conductas adictivas. Los especialistas señalan “que los medios sociales se acceden con mayor frecuencia a través de teléfonos inteligentes, por lo que su uso está íntimamente entrelazado y su naturaleza móvil contribuye a los excesivos hábitos de control que derivan en el trastorno denominado ‘miedo a perderse’ (FOMO, fear of missing out)”. Este temor, sin importar si realmente es trascendente para nuestra vida cotidiana, propicia comportamientos compulsivos como el mantenerse a altas horas de la noche revisando lo que otros publican con tal de formar parte y saber de los temas que son referentes para grandes sectores de la población. Por estas razones, bien vale la pena revisar las enseñanzas de la Guita. En primer lugar, Krishna le enseña a Arjuna que la acción es mejor a la inacción. Es decir, debemos cumplir con nuestro deber en el mundo. Sin la acción, el mundo no funcionaría. Pero tu acción debe estar libre de apasionamiento, es decir, enfócate en el cumplimiento, no en los resultados. Si realizas una acción solo por los frutos, al no controlar lo que sucede en el exterior, experimentarás una frustración y sufrimiento innecesarios. Esto es la acción correcta en el yoga. Por ejemplo, si tu misión en el mundo es convertirte en un activista en redes sociales, ¿qué es lo que te mueve? ¿Dividir? ¿Atacar? ¿Convencer? Si no logras tus objetivos, ¿qué experimentarás? Otra enseñanza de la Guita es que toda acción tiene una consecuencia. ¿Qué crees que resultará de pasar toda una tarde revisando redes sociales? Si vas a publicar algo en tus redes, ¿eres consciente de que tendrá una consecuencia? Finalmente, revisa bien cuál es tu dharma, la acción virtuosa, que te corresponde realizar para que funcione el mundo. El mismo Krishna enseña que no hay nada más enaltecedor que cumplir el dharma propio. No te desgastes en cumplir el dharma de los demás. No ganarás nada con realizar el trabajo que no te corresponde. ¿Te hace sentido? Mientras tanto, reforzaré mi disciplina y no volveré a llevar el teléfono o la tableta a mi recámara antes de dormir. Ejercicio de contemplación Adopta una postura cómoda. Ya sea sentado en una silla o en el piso, mantén la espalda recta con la barbilla ligeramente inclinada hacia el pecho. Tus manos sobre tus rodillas. Comienza a inhalar y exhalar por la nariz. Con cada inhalación y exhalación, detecta cualquier zona de tu cuerpo que esté tensa y relaja. Inhala en tres tiempos y exhala en seis. Repite tres ciclos de esta respiración y regresa al ritmo natural, inhalando y exhalando por las narinas. Cierra los ojos y se un testigo de tu proceso de respiración. Contempla durante unos minutos las siguientes preguntas: ¿Pasas mucho tiempo pensando en redes sociales y piensas cuándo podrás consultarlas? ¿Sientes la necesidad de usar redes sociales cada vez más? ¿Utilizas las redes sociales para olvidarte de los problemas personales? ¿Tratas a menudo de reducir el uso de redes sociales sin éxito? ¿Te inquieta o preocupa no poder consultar las redes sociales? ¿Utilizas tanto las redes sociales que ha tenido un impacto negativo en tu trabajo o estudios? Medita durante 15 minutos. Si contestaste de manera afirmativa a más de tres preguntas, quizás debas revisar cuál es la relación que has establecido con el tiempo que destinas a redes sociales. editar. De manera consistente, el yoga nos recuerda la importancia de fluir y expandirnos. Muchas veces, este concepto tiene una serie de interpretaciones que generan confusión en el practicante ya que se da la impresión errónea de adoptar una postura no activa ante los acontecimientos externos.
Si bien es cierto que nuestra condiciones físicas, mentales, emocionales e, incluso, espirituales, están en constante cambio y que el sufrimiento está asociado a la falsa ilusión de que al tratar de controlar mis circunstancias viviré en un estado de felicidad, la realidad es que solamente cuando aprendemos a observar las fluctuaciones naturales de la vida, desde la calma, podremos tomar mejores decisiones. ¿Significa esto que fluir con la vida es adoptar el rol de testigo pasivo? Definitivamente no. Muchas veces la gente que nos ha visto practicar yoga o meditar asume que no pasa nada cuando en realidad, trabajamos distintos aspectos de nuestra percepción y la relación que existe entre el cuerpo, la mente y nuestras emociones. Pienso en una postura básica del Hatha Yoga que se conoce como Tadasana, o postura de la montaña. Aparentemente es una postura sencilla ya que, si se observa desde el exterior parece que se trata simplemente de mantenerse de pie. Pero como explica mi maestra Jñana Dakini, directora de Yoga Espacio, “esta espléndida postura es el origen y el regreso, el punto de partida. Comienza con los pies bien plantados en el piso. Las piernas son como troncos de roble, erguidos y preparados para sostener. Es una postura para sentirte fuerte y sólido como una montaña”. Tadasana implica una serie de acciones especificas que nos permiten conectar con la estabilidad y la dicha del equilibrio. Ejecutar esta postura presenta varios desafíos que nos exigen una atención plena en todo momento. Practicarla diariamente no solo mejora la postura del cuerpo en general, sino que fortalece los muslos, las rodillas y los tobillos además de proporcionar ligereza al cuerpo y agilizar la mente. Aunque desde afuera parece no pasar nada, por el contrario, ¡si pasa mucho! Y lo mismo ocurre con el concepto de permitirnos fluir y expandir con las manifestaciones de luz y oscuridad que transcurren de manera natural en todo lo que nos rodea. Habrá momentos luminosos y etapas oscuras. Rupturas dolorosas y comienzos llenos de esperanza, sentimientos de impotencia ante la muerte de un ser querido y la celebración alegre de recibir a un recién nacido. No es posible escaparnos de los pares de opuestos propios de la naturaleza cambiante de las circunstancias. Sin embargo, fluir y expandirnos no solo demanda ver estas fluctuaciones desde la calma y la serenidad, sino también implican la acción del movimiento. Uno de mis maestros de filosofía del yoga, solía contar la anécdota de una persona que se dirigía a un lugar de peregrinación. En su camino, se encontró con un venado. Le pidió que se alejara para que le permitiese el paso. Por más que hizo para tratar de ahuyentarlo, el venado no se movía. Muchas veces, cuando hablamos de expandirnos, queremos que otros se muevan, que nos entiendan y solo así podremos llegar a nuestro destino. Pero, ¿por qué insistimos en que sea el otro, y no yo, quién se mueva? El desafío es saber en qué momento debemos ser nosotros quiénes nos movamos, porque de lo contrario, por más que actuamos, el venado no entenderá nuestras razones. La mente es uno de los bienes más preciados que posees. La mente te permite construir y reconstruir el mundo que te rodea. Y no me refiero al pensamiento mágico, es decir, por más que decretes “merezco abundancia”, ésta no se va a manifestar; si no que, en términos generales, la mente recibe los estímulos del mundo exterior, los procesa para interpretarlos y posteriormente, a partir de las emociones que generan la concepción del mundo, la mente también determina nuestras acciones.
Un mismo estímulo puede tener distintas interpretaciones. Así lo que para alguien puede significar un recuerdo gratificante, podría representar una experiencia traumática para alguien más. Por ejemplo, cierta cantidad en tu cuenta bancaria puede representar una fortuna o una pobreza frustrante. Por supuesto que contamos con referentes generalizados e interpretaciones similares que nos permiten cierta cohesión como sociedad, nación o clan familiar. Estos referentes son más claros de observar en ámbitos como el político, religioso, espiritual o corporativo. E incluso, en la forma de entretenernos y dedicar nuestros espacios de ocio. Compartimos admiración hacia ciertos cantantes o artistas, vestimos la camiseta de nuestro equipo de futbol favorito, apoyamos o detestamos a ciertos políticos, nos sumamos a determinadas causas o nos entusiasman ciertos platillos típicos, etcétera. A pesar de estos vasos comunicantes que hemos creado, cada uno de nosotros los codifica de manera distinta. Por eso es común escuchar expresiones como “cada cabeza es un mundo”. De aquí la importancia de cultivar una mente clara, compasiva y luminosa. El budismo enseña que primero debemos entender qué hacemos y por qué; y la meditación es una oportunidad que nos damos para observar la mente como testigos presenciales de una escenificación teatral que genera una consciencia más clara de que no somos las emociones que surgen durante los procesos cognitivos y de interpretación del mundo como nos lo estamos contando. Si no nos detenemos a observar el mundo desde la calma del estado meditativo, continuaremos generando emociones que detonen acciones en piloto automático que nos lleven al sufrimiento. ¿Cuántas veces te han dicho que la productividad está determinada por jornadas de trabajo extenuantes con horas extra? Y al salir temprano, aunque hayas cumplido con las tareas que te has fijado, te invade un sentimiento de culpa porque el resto de tus compañeros siguen en la oficina. Así entonces, ¿cómo defines la productividad? ¿Cuál es tu propia concepción? Apegarte a la definición que los demás tienen sobre la productividad, ¿te hará más efectivo en tu desempeño? Una manera de comenzar a disminuir el sufrimiento es desarrollar una consciencia plena sobre lo que pienso y la manera en qué actúo, siempre desde la calma y la claridad de una mente serena que emerge a partir de la práctica de la meditación. De lo contrario, seguiremos con los mismos patrones que limitan la creatividad para reconstruir el mundo a partir de la noción de que el cambio es una de las principales constantes de todo lo que existe en la naturaleza. ¿Acaso crees que no podrás cambiar ni aprender algo nuevo? Si alguien te dijo que eras un mal administrador, ¿significa que el resto de tu vida será un caos financiero? Si tu viste un fracaso amoroso, ¿las relaciones no son para ti? El potencial de cambio del ser humano es sorprendente y, a partir de la honestidad de conocernos a nosotros mismos e indagar en la manera que construimos nuestra interpretación del mundo, estaremos más posibilitados para comenzar a generar cambios significativos en la manera de desenvolvernos. Ejercicio de contemplación Adopta una postura cómoda. Ya sea sentado en una silla o en el piso, mantén la espalda recta con la barbilla ligeramente inclinada hacia el pecho. Tus manos sobre tus rodillas. Comienza a inhalar y exhalar por la nariz. Con cada inhalación y exhalación, detecta cualquier zona de tu cuerpo que esté tensa y relaja. Inhala en tres tiempos y exhala en seis. Repite tres ciclos de esta respiración y regresa al ritmo natural, inhalando y exhalando por las narinas. Cierra los ojos y se un testigo de tu proceso de respiración. Contempla durante unos minutos las siguientes preguntas: ¿Qué experiencia te ha marcado en el pasado que ahora determina tu manera de actuar? ¿Esta historia que te has contado, es correcta? ¿Por qué? Medita durante 15 minutos. Si requieres mayor información, puedes consultar: https://www.elsotano.com/libro/respira-medita-y-recupera-tu-felicidad-un-plan-de-28-dias-para-reconectar-con-tu-bienestar_10554856 El yoga de la acción, que se explica ampliamente en la Bhagavad Guita, nos explica que todas nuestras acciones tienen consecuencias. Al contemplar esta enseñanza, nos volvemos responsables de nuestros actos y comenzamos a asumir el papel que nos corresponde para generar una vida en equilibrio.
Y va desde las tareas más cotidianas que repercuten de manera directa hasta las decisiones más globales que impactan el mundo en el que vivimos. ¿Por qué es importante detenernos y reflexionar sobre estos temas? No es nuevo hablar sobre la contaminación y el calentamiento global. Diversas organizaciones y activistas alertan constantemente sobre los hábitos que conforman nuestro quehacer cotidiano y que están originando daños irreversibles en el planeta. Quizás vivas lejos de las costas o tengas otras preocupaciones más importantes que manifestarte contra la emisión de gases tóxicos o el manejo de la basura. Sin embargo, ¿qué ocurriría si un día vas al mercado, a comprar tu despensa y descubres que, por un decreto de ley, ya no te podrán entregar bolsas de plástico? En muchos países, incluyendo México, se ha optado por prohibir el uso de materiales desechables fabricados de plástico como una manera de disminuir los efectos nocivos de la contaminación, sobre todo en los mares ya que, de acuerdo con el trabajo del columnista español José Luis Gallego, autor del libro Plastic Detox, el 70 por ciento de la basura que producimos, termina en los océanos. Por supuesto que estas medidas generan controversia porque implican un cambio radical en nuestros hábitos. ¿Si ya nos habíamos habituado al plástico, por qué debemos dejar de usarlo de repente? El Shivaísmo de Cachemira enseña que cada uno de nosotros tiene la capacidad de crear y recrear el mundo todos los días. Es decir, la realidad que experimentamos a diario está permeada por nuestra interpretación de los acontecimientos y está relacionada con la calidad de nuestros pensamientos. Un hecho tiene varias interpretaciones. Así pues, lo que para unos puede ser una medida para combatir la contaminación, para otros es una mala decisión que no contribuirá a solucionar el problema del manejo de la basura. En términos prácticos, son dos los caminos que se pueden tomar. En primer lugar, si consideras que la prohibición del uso de bolsas de plástico en los supermercados es una ley sin sentido, puedes apelarla y someterla a los juzgados para una revaluación. La otra, es generar una consciencia de atención plena sobre nuestros hábitos y buscar soluciones creativas para un manejo más apropiado de la basura que producimos. Una de las funciones primordiales de la mente es asegurar la sobrevivencia del organismo que la aloja con el menor desgaste energético. Por eso, es más sencillo rechazar, criticar o ignorar un problema que analizarlo y resolverlo con creatividad. Gallegos explica en su libro que “cada año vertemos en los mares más de doce millones de toneladas de residuos de plástico” y advierte que, de seguir así, según una estimación de Greenpeace, en 2050 habrá más plástico que peces en el mar. ¿Es este el mundo que quieres dejar a las futuras generaciones? Observar nuestra realidad y ser consciente de nuestros actos es una práctica de atención plena. José Luis Gallegos, escritor y divulgador ambiental, nos ofrece una serie de recomendaciones para reducir el plástico en nuestro consumo diario. Retomo cinco que pueden ser un primer paso. 1. Si vas al super mercado, reflexiona qué necesitas realmente y qué capacidad tiene la bolsa que llevarás para guardar tus compras. Así controlarás tu presupuesto evitando las compras de impulso y tu tiempo será más efectivo. 2. Vuelve a las fibras naturales. En lugar de utilizar esponjas de plástico para enjabonarte, puedes buscar en los mercados tradicionales zacate que funciona muy bien y se desgasta naturalmente. No tienes que comprar estos productos en tiendas orgánicas. 3. Guarda y lava los envases de vidrio de las mermeladas. Al tener tapa de rosca, sirven perfectamente para mantener tus alimentos frescos. Sobre todo, si llevas comida preparada a la oficina. 4. Es mucho mejor sustituir los jugos envasados con Tetra Pak por frutas naturales o prepararlos por nuestra cuenta. Además de ser frescos, no contienen las altas cantidades de azúcar de los jugos procesados y este tipo de envase está elaborado “con un 75 por ciento de cartón, 20 por ciento de plástico (polietileno) y un cinco por ciento de aluminio”. 5. ¿A quién no le gusta dar un obsequio? Sin embargo, muchas veces, además del plástico que se ha utilizado para mantener el producto como los retractilados de los libros o el cartón plastificado, añadimos bolsas u otros adornos fabricados de plástico y cuya vida útil es muy corta. ¿Por qué no ser creativos y envolver con papel de revistas o periódico? Incluso hojas o flores secas. Será un detalle personal y, apuesto inolvidable. Ejercicio de contemplación Adopta una postura cómoda. Ya sea sentado en una silla o en el piso, mantén la espalda recta con la barbilla ligeramente inclinada hacia el pecho. Tus manos sobre tus rodillas. Comienza a inhalar y exhalar por la nariz. Con cada inhalación y exhalación, detecta cualquier zona de tu cuerpo que esté tensa y relaja. Inhala en tres tiempos y exhala en seis. Repite tres ciclos de esta respiración y regresa al ritmo natural, inhalando y exhalando por las narinas. Cierra los ojos y sé un testigo de tu proceso de respiración. Contempla durante unos minutos las siguientes preguntas: ¿Qué acciones prácticas puedes incluir en tu rutina diaria para disminuir el consumo de plásticos? Si vas a incorporar estos cambios, ¿por qué? ¿Cuál es tu motivación? Medita durante 15 minutos. Para saber más: Gallego, José Luis, Plastic Detox, 5 x 10 ideas para reducir el plástico en tu día a día, Editorial Planeta, México, 2020. Los seremos humanos nos comportamos de formas inexplicables. Cuando tenemos una cita de trabajo, un viaje o una cena romántica, es poco probable que las posterguemos, pero si se trata de darnos la oportunidad para hacer una pausa, reflexionar sobre nuestras metas, meditar o practicar yoga, ¡los pretextos están a la orden del día! Por eso es fundamental firmar un contrato con nuestro bienestar, como si se tratara del acuerdo más importante.
Con cierta regularidad en el año, reservo tres semanas para realizar mis prácticas ininterrumpidamente por las mañanas. Procuro meditar y practicar yoga de manera regular, pero mantener la disciplina no es sencillo. Siempre se atraviesan juntas, compromisos o simplemente, pasamos una mala noche y nos cuesta trabajo despertarnos por las mañanas, antes de subirnos al tren frenético de exigencias que caracteriza a la época que nos toca vivir. Por eso valoro este compromiso conmigo. Sé que, durante este tiempo, mi prioridad es meditar, cuidar mi cuerpo a través del yoga y reflexionar. Y es que una de las prácticas indispensables para lograr espacios de transformación es la meditación. Si meditamos aprenderemos a ver, de manera especial, que dentro de nosotros podemos gozar más las cosas. Al meditar transformamos un momento que quizás definimos habitualmente como ordinario en otro totalmente extraordinario, pleno y con infinitas posibilidades. El yoga es una filosofía que nos permite incrementar nuestra capacidad de adaptación ante las fluctuaciones constantes que son propias de todo lo que existe en el mundo: nacimiento, crecimiento y muerte; creación, sostenimiento y transformación. Lo que sucede en el exterior no lo podemos controlar, pero sí está en nuestras manos cómo reaccionamos frente a estos factores externos. Y para que esto suceda, el practicante no se debe olvidar de meditar con regularidad. ¿Cómo vamos a cambiar nuestros hábitos desde la agitación y el enojo? La meditación es el continuo acto de aceptar y vivir en el presente. Paz al caminar, paz en el trabajo, en la familia, en las relaciones. Éste es el arte de la meditación En la meditación nos encontramos a nosotros mismos. Cultivamos una mente en paz y en calma, que eventualmente nos llevará a conectarnos con nuestro corazón compasivo. Medita y todo lo demás vendrá. Date la oportunidad de encontrar ese espacio. Permite que los beneficios de la práctica constante, disciplinada y amorosa se incorporen a tu vida. La meditación es un espacio en el que nos damos la oportunidad de ser testigos de nuestros pensamientos y emociones. Es un proceso que, con una práctica continúa, repercute con grandes beneficios en tu calidad de vida: disminuye el estrés, mejora la calidad del sueño, facilita la concentración, eleva la autoestima, te brinda una mayor claridad mental al disminuir las respuestas reflejo, desarrolla una fortaleza interior y cambia la manera de relacionarte con tu entorno ya que tu perspectiva se modifica. Si deseamos cambiar nuestro mundo externo, debemos transformar nuestros patrones de pensamiento. Y solo podemos lograrlo a partir de la práctica constante.. Por esa razón, es importante revisar con qué te comprometes. Hoy me comprometo a contemplar cómo la práctica de la meditación genera beneficios en mi vida diaria. Hoy me comprometo a identificar los hábitos que me causan sufrimiento. Hoy me comprometo a erradicar los hábitos que me causan sufrimiento en mi vida laboral y afectiva. Hoy me comprometo a dedicar tres semanas a meditar diariamente de manera ininterrumpida. Hoy me comprometo a apreciar el valor de una mente en calma, creativa y luminosa. Este texto es un fragmento del libro Medita, respira y recupera tu felicidad. Un plan de 28 días para reconectar con tu bienestar publicado por Ediciones Panamericana y que ya está disponible en las distintas librerías del país. Puedes adquirirlo en: El Sótano libros www.elsotano.com/libro/respira-medita-y-recupera-tu-felicidad-un-plan-de-28-dias-para-reconectar-con-tu-bienestar_10554856 Casa del libro casadelibro.com.mx/libro/respira-medita-y-recupera-tu-felicidad_REME7299 Librería Porrúa www.porrua.mx/libro/GEN:9786079437299/respira-medita-recupera-tu-felicidad/mesino-daniel/9786079437299 |
Daniel mESINOEditor de libros, instructor de yoga, director y fundador de www.yogaentuempresa.com Archivos
December 2021
Categorías |