Para muchos de nosotros, al hablar de Turquía y sus 85 millones de habitantes, nos remite a uno de sus escritores más conocidos en Occidente: Orhan Pamuk.
Hace un par de días, visité Estambul, una de las ciudades más emblemáticas de este país que, por su situación geográfica ha sido punto clave para el encuentro político, cultural y económico entre Asia y Europa. La capital, Ankara, es el centro administrativo de una nación que ha adoptado el lema de “paz en la casa, paz en el mundo”, con esa bandera icónica que representante la fuerza de sus habitantes de mayoría musulmana. Con una industria editorial pujante, es necesario mirar hacia ese lado del mundo que ha conquistado a los hispanoparlantes con los melodramas cuyas temáticas y valores son similares a las telenovelas mexicanas que ayudaron a construir la época dorada de Televisa, el emporio televisivo del Tigre Azcárraga en la década de los ochenta. Un dato revelador que nos obligar a dirigir nuestra atención hacía esta nación es que en la tierra del premio Nobel de Literatura 2006, el 90 por ciento de su población está alfabetizada y las librerías inundan las calles en barrios tan vibrantes como Tasmik. A diferencia de nuestro país, cuando uno visita una librería en los callejones vibrantes de Estambul se encuentran con una oferta que permite al futuro lector apreciar el diseño del libro sin sentirse abrumado con una gran cantidad de títulos que inundan los anaqueles. Orhan Pamuk nació en Estambul en 1952 y vivió una época bajo el cuidado de sus familiares. Uno de sus tíos, periodista y poeta, fue quien lo adentró en el mundo de los escritores cuyos libros, despertaron una pasión inusitada en el entonces joven Pamuk. El también autor del Museo de la Inocencia, uno de sus libros más ambiciosos, se dedicó un tiempo a la pintura y a la fotografía, actividad que le permitió crear imágenes de los barrios pobres y sus costumbres asiáticas y de sus tardes a la orilla del Bósforo. Todo esto le ha permitido crear estados emotivos a partir de observar la vida cotidiana de sus personajes. Porque las personas y lo cotidiano son los grandes protagonistas de su literatura. Y en este sentido, el libro que yo les quiero recomendar es Estambul. Ciudad y recuerdos, publicado por Random House y que está disponible en dos ediciones. Una de bolsillo sin, fotografías y con 448 páginas. La otra, una edición especial definitiva, presenta las fotografías que el autor ha coleccionado a lo largo de los años y tiene una extensión de 576 páginas además de 250 imágenes. En este libro, Pamuk cuenta su historia hasta los 20 años, tiempo en el que decide abandonar sus estudios de arquitectura y dedicarse a escribir. En estas páginas se mezclan la mirada íntima del autor que narra su juventud mientras trata de explicarse una ciudad melancólica que mira con nostalgia las glorias del imperio otomano y que se reconstruye a partir del embrujo seductor de la ciudad sobre varios escritores, especialmente los franceses durante el siglo XIX como Flaubert, Gautier y Nerval. Yo solo no he descubierto una ciudad maravillosamente enigmática con bestsellers que alcanzan los 200 mil ejemplares vendidos (cifra casi inalcanzable para nuestros mercados) sino a un autor distinto, que vale la pena decantar para conocer a un país con una tradición cultural única.
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Daniel mESINOEditor de libros, instructor de yoga, director y fundador de www.yogaentuempresa.com Archivos
Febrero 2023
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