Carlos Alazraki es uno de los publicistas que más ha aportado al desarrollo de la publicidad en México y América Latina. Fui el editor de su biografía cuyo subtítulo era Creer, crear, crecer. Esta frase me remite, sin lugar a dudas, a la importancia de elaborar intenciones, es decir, creer, que lo defino como "desarrollar nuestra capacidad para generar metas con claridad".
Por esa razón, varios maestros de yoga destacan la importancia de elaborar sankalpas o intenciones. El término tiene sus raíces en el sánscrito. San significa “conexión con la verdad más elevada” y kalpa se puede traducir como “voto”. Elaborar intenciones es fundamental para darle rumbo a nuestras acciones. Para mí, de hecho, es primordial reflexionar sobre las intenciones que elaboro al menos dos o tres veces durante el año. De este modo puedo revisar los avances que he alcanzado, detectar las metas que necesitan mi atención y modificar los objetivos que me desvían del propósito más importante y que es cumplir con el dharma. Esta palabra puede traducirse como deber o valor ético y se explica en la Bhagavad Guita, uno de los textos que conforman el gran poema épico de India conocido como el Mahabharata. Esta joya de la literatura universal narra la historia de una guerra entre el bien y el mal, representados en forma general, por la confrontación entre dos familias: los Pandavas y los Kuravas. Si bien es probable que esta epopeya esté basada en un hecho histórico, el diálogo entre Krishna y Arjuna, que se describe en la Bhagavad Guita, está cargado de un simbolismo que representa la lucha interna del hombre por liberarse del sufrimiento generado por una mente atormentada. Para no darte un spoiler de la historia, solo te contaré que, en una de las escenas, el arquero Arjuna estaba listo para entrar en la batalla cuando se percata de que en ambos bandos existen familiares, amigos, maestros, discípulos y conocidos. En ese momento, experimenta un temor inusitado y comienza a cuestionarse si debe pelear en la guerra. Es ahí cuando el conductor de su carruaje revela su verdadera identidad y se presenta como el dios hindú Krishna y comienza a impartirle el conocimiento del yoga de la acción y le explica la importancia de cumplir con el dharma o deber en el mundo. Así es como se desarrolla en 18 capítulos, la Bhagavad Guita. Uno de los aforismos de este libro fundamental para entender la importancia de cumplir con nuestros propósitos dice: La acción es superior a la inacción; cumple pues con tu tarea en la vida. Ni siquiera la vida del cuerpo podría existir si no hubiera acción. No podemos liberarnos de la acción. Si evadimos nuestra misión en el mundo, nos alojaremos en la frustración y la limitación de explotar nuestros talentos. Aquí la pregunta es cómo encontrar nuestra misión o dharma en la vida. El modo más viable es reflexionar sobre estas preguntas desde la calma. Busca un lugar sin interrupciones, dónde te encuentres en paz, un espacio para ti, donde puedas estar por lo menos una hora solo. Es ideal si se trata de un escenario natural: el bosque, un lago, la playa, una montaña, etc Contempla las siguientes preguntas:. 1. Regresa a tu infancia. ¿Cuáles eran tus sueños? ¿Qué anhelabas ser de adulto? ¿Cómo te veías en ese futuro que parecía tan lejano? 2. Remóntate a tu época escolar. ¿Qué asignaturas disfrutabas con mayor placer y que, a pesar del esfuerzo, todo fluía de manera natural? ¿Qué profesión elegiste? ¿Por qué? Si no estudiaste una carrera universitaria, ¿cómo te desarrollaste para llegar al trabajo que ahora tienes? 3. Enfócate en tu trabajo actual. ¿Qué satisfacciones personales te produce? ¿Cuáles son los logros laborales que recuerdas con mayor felicidad? Tu trabajo, ¿contribuye al bienestar de otras personas? Cada uno de nosotros tiene un propósito de vida. Se puede identificar cuando contemplamos las acciones que nos producen felicidad y que contribuyen al bienestar de otros seres a nuestro alrededor. Durante un taller que impartí sobre este tema, una persona me comentó: “Yo ya críe a mis hijos, trabajé para darles lo mejor y ahora son adultos responsables. Creo que ya cumplí con mi dharma”. Le respondí que la felicitaba y le pregunté “¿qué harás ahora que ya no tienes un propósito en la vida?” Se quedó pensando durante unos momentos y me confesó que su esposo pasaba por una enfermedad. Para ella, al principio era una carga, pero cuando se percató que al ayudar a otros ella se ayudaba a sí misma, me dijo: “ya sé, mi dharma ahora es cuidar a mi esposo desinteresadamente”. Al identificar nuestra misión en el mundo, nuestro esfuerzo es natural, nos enfocamos en cumplir con el dharma y no en los resultados. Así, todo lo que recibimos por nuestras acciones nos produce un estado de satisfacción y contentamiento. Si actuamos a la inversa, es decir, esperando algo a cambio constantemente, volveremos a morar en la insatisfacción y el sufrimiento. Contempla por unos momentos: ¿Existe alguien externo que tenga la capacidad de proporcionarte todo lo que anhelas? Nuestros deseos externos son ilimitados. Si permites que encontrar satisfacción en los factores externos sea tu principal motivación, estás a unos pasos de abrir la puerta de la frustración constante. Y aclaro, no se trata de alojarnos en una zona de confort, sino de dirigir nuestra atención a cumplir con nuestra misión en el mundo. Al leer la biografía de Steve Jobs, cuando comenzó a innovar, no lo hacía por enriquecerse sino por dejar su huella en la historia. ¡Y vaya que lo hizo y generó riqueza en abundancia, pero ésta fue un resultado natural de cumplir con su dharma! Identifica cuál es el dharma en tu vida. Date unos momentos para reflexionar y meditar sobre este tema. En seguida, elabora tus metas o sankalpas con la determinación de que sean soportes que te ayuden a cumplir con tu misión en la vida. ¿Te hace sentido?
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Daniel mESINOEditor de libros, instructor de yoga, director y fundador de www.yogaentuempresa.com Archivos
Septiembre 2023
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