La verdadera práctica del yoga comienza cuando enrollas tu tapete y sales del salón de clase. La manera de honrar al linaje de maestros, y sus enseñanzas, es llevar lo aprendido a la vida diaria. Mi maestro Bernardo Kushala Camarena suele repetir que el conocimiento que no se convierte en un sustento para una existencia más armónica y en balance se convierte en un alimento para el ego, “por más yóguico que parezca”.
De nada sirve que puedas realizar un parado de cabeza, un loto hermoso, meditar durante dos horas seguidas, recitar de memoria el Bhagavad Guita si al final del día no te vas a dormir con la mente en calma porque estallaste en cólera, te dedicaste a vociferar contra tu vecino o entraste en un estado de ansiedad por las preocupaciones del futuro. Vivimos y somos parte del mundo. Hoy nos ha tocado ser yoguis urbanos que debemos salir y trabajar en oficinas, lidiar con tráfico, dividirnos para atender a la familia, pareja y amigos. Nuestra tapasya (o sacrificio) radica en cultivar la disciplina de la práctica en escenarios poco amables: grandes concentraciones de personas en espacios reducidos. Somos continuamente bombardeados con campañas publicitarias que incitan al consumo y a la insatisfacción. Todo es comprar, tener, desear. Nos olvidamos del cuerpo y de nosotros mismos para desperdiciar nuestra energía entre aferrarnos al pasado y preocuparnos por el futuro. Dejamos de estar aquí y ahora para vivir en el allá y el entonces. Y a unos meses de los comicios electorales para elegir presidente de la república en México, esta situación se vuelve más compleja con campañas políticas sustentadas en la división, la descalificación y la desinformación. En este contexto es válido preguntarnos ¿cómo mantener el estado del yoga? ¿Cuál es la actitud que un yogui debe fomentar para ser congruente? ¿Cuál es mi sankalpa (intención) durante estos meses? Aquí comparto algunas ideas con ustedes.
Que los malos se vuelvan buenos, que los buenos obtengan paz; que los pacíficos se liberen de sus cadenas, que los liberados liberen a los demás. Benditos sean los súbditos de los que gobiernan, y que estos grandes hombres gobiernen la tierra con justicia, que siempre haya bienestar para las vacas y los bráhmanes; que todo el mundo sea feliz. Fragmento de la Oración Universal
2 Comentarios
Janett Arceo
2/24/2018 05:59:45 am
Gracias por este artículo Daniel! Aunque no practico yoga, tocas mi conciencia y me invitas a reflexionar.
Responder
Daniel Mesino
2/24/2018 08:11:03 am
Muchas gracias querida Janett. Lo escribí pensando en el amor que tengo por mi país y que me duela que se divida en términos políticos.
Responder
Deja una respuesta. |
Daniel mESINOEditor de libros, instructor de yoga, director y fundador de www.yogaentuempresa.com Archivos
Abril 2023
Categorías |