¡Estamos a unos días de concluir el 2018! ¿Cuántas experiencias has acumulado en estos 365 días? ¿Qué has aprendido? ¿Qué has tenido que soltar? ¿Qué pérdidas te han impactado? ¿Qué metas has cumplido? ¿Qué desafíos te has impuesto? ¿Sigues construyendo tu camino hacia convertirte en la mejor versión de ti mismo?
Reflexionar sobre estas preguntas, desde la conciencia del testigo, es decir, sin emitir juicios de valor sobre los resultados de nuestra indagación, nos permite conocernos mejor para comenzar a identificar qué hábitos nos llevan a un estado de contentamiento y cuáles nos causan sufrimiento. A lo largo de estos doce meses, he sido más consciente de cómo nos movemos en la esfera del cambio continuo. Si permitimos que nos nuestros pensamientos y acciones se sustenten en esta dinámica, nuestro estado de calma y serenidad dependerá de factores externos y esta perspectiva nos pone en franca desventaja para disfrutar del aquí y del ahora. Han sido varios los momentos de gran luz que recuerdo con gran cariño, pero no estuve exento de episodios de oscuridad que me permitieron valorar a la mente como nuestro tesoro más preciado. Muerte, nacimiento; ganancia, pérdida; luz, oscuridad; día, noche; alegría, tristeza; unión, separación… Los pares de opuestos siempre estarán ahí, como manifestaciones que surgen, se mantienen y se transforman. Ni siquiera nosotros podemos escaparnos de este dinamismo. Por esa razón, el Shivaísmo de Cachemira enseña que existen dos acciones necesarias para vivir en contentamiento: percepción clara y entendimiento correcto. Cultivar estas acciones será mi meta para 2019. ¿Cómo mantenerme constante en esta intención? A partir de esta premisa, primero quiero agradecerte por la confianza de leer los artículos que escribo, asistir a los talleres y retiros que imparto, practicar en las clases que ofrezco, escuchar los programas de radio en los que participo o leer alguno de los dos libros que he publicado. He contemplado y aprendido contigo en esta comunidad que juntos hemos formado a partir de la honestidad y de reconocer que ambos anhelamos una vida plena que nos permita desarrollar nuestros talentos, estar con nuestros afectos, trabajar por un mejor país y dejar el mundo mejor de cómo lo encontramos. Para mí, es uno de los mejores regalos que he recibido. Gracias por hacerlo posible. Y enseguida, para mantener el enfoque de generar un estado de contentamiento a partir de una percepción clara y un entendimiento correcto, enlisto un resumen en cinco lecciones de lo que aprendí contigo al preparar todo lo que vivimos en este año y que serán los pilares para recibir un 2019 de múltiples posibilidades. 1. La mente es el tesoro más valioso de un ser humano. Conócela para volverla tu mejor amiga. 2. La mente es cambiante y esto nos permite trabajar con los estados mentales para generar una percepción clara. Puedes cambiar tu realidad si cambias tu percepción. 3. Medita, ejercítate, aliméntate apropiadamente, descansa lo suficiente y pasa tiempo con la gente que amas. Estas acciones te permitirán tener claridad. Si no cuidas tu cuerpo, el dolor y la incomodidad serán obstáculos para generar una percepción clara. 4. Permanece atento a las historias que te cuentas de manera cotidiana. Si quieres un mejor trabajo, ¿cómo construyes el personaje para lograrlo? ¿A partir de protagonista con seguridad en sí mismo o de candidato temeroso? Si quieres más ingresos, ¿qué dices a ti mismo sobre el dinero? 5. No te compares con los demás. Eres único e irrepetible y por lo tanto tu vida tiene sentido. Inspírate en personas que admires, pero deja de medir tu felicidad en función de la vida de otros. ¡Te deseo una Feliz Navidad y qué juntos recorramos el 2019 con gratitud, compasión y claridad! ¡Qué la vida nos siga sorprendiendo gratamente! ¡Qué reconozcamos el campo de posibilidades que tenemos adelante para crear, crecer y construir una vida en equilibrio y gozo! Lecturas recomendadas: Ambos títulos están disponibles en Amazon y los puedes adquirir en su versión digital o impresa. Aquí los enlaces: Mesino, Daniel, Date un break, Yoga en tu Empresa, 2017, México. http://a.co/d/45wCR0F Mesino, Daniel, Meditación para una vida plena, Yoga en tu Empresa, 2018, México. a.co/d/fquNyHQ
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Uno de mis maestros más queridos es Swami Satyananda. El nació en Bárcelona, España y ha vivido la mayor parte de su vida en India, dedicado a la práctica y el estudio del yoga, del advaita-vedanta y del shivaísmo de Cacheira. Es un gran divulgador y por eso, cada vez que tengo oportunidad, acudo a recibir su enseñanza.
En una ocasión, un meditador le preguntó por qué, sí después de haber practicado y contemplado la relación de la mente con el cuerpo, parecería que más pensamientos y emociones negativas se presentan con mayor frecuencia. Se sentía como en una montaña rusa pues había momentos de gran claridad y calma cuando de pronto, y sin avisar, venía una avalancha pensamientos no deseados que lo sumían en un estado de desesperanza. Swami Satyanada, con su peculiar estilo, respondió que la manifestación de todo lo que existe surge de la dualidad: arriba, abajo; áspero, suave; rico, pobre; felicidad, ira; vida, muerte; blanco y negro, etc. Y por supuesto, la mente percibe e interpreta esta manifestación de manera permanente. Y aquí es dónde surge una de las raíces del sufrimiento. Si permitimos que la mente se identifique con esta dualidad, lo único que vamos a acarrear es dolor a nuestra existencia porque comenzaremos a contarnos historias como: “si mejoramos la cuenta bancaria, seremos felices o si nos casamos con determinada persona, nos estableceremos en una dicha constante”. Estas ideas son ilusiones pero tiene un efecto tan fuerte en nuestras acciones que empezamos a mendigar dinero de nuestras profesiones, amor de las personas que nos rodean, reconocimiento de nuestros seres queridos, etcétera, y lo único que logramos es un estado efímero de satisfacción. Si fijas tu anhelo de éxito en adquirir la casa más bella frente al mar y trabajas duro para conseguirlo, es probable que tu mente experimente una dicha y felicidad momentánea pero recuerda que ¡la mente cambia! Quizás hoy esté contenta pero mañana dirá “es un carga tener una casa que se daña con la sal y la arena de la playa además de es sumamente cansado tener que viajar al mismo lugar en las vacaciones”. Por esa razón, es vital acceder al estado de calma y silencio que te brinda el meditar. Ahí no hay cabida para dualidad. Simplemente eres. Meditar es la oportunidad de reconocer que más allá de los cargos que ocupes en la empresa, las posesiones materiales que acumules o las personas con las que te relaciones, eres un ser que mora en el contentamiento. Meditar es permitir que la mente, que siempre está cambiando, descanse. Si un día te levantas lleno de entusiasmo, pleno y optimista, disfruta pero no te identifiques porque es solo un estado mental. De la misma manera, si al otro día te levantas con una actitud derrotista, sin rumbo ni motivación, tampoco te ancles en esa etapa porque ¡también es un estado mental! Tal y como enseña mi maestra Jñana Dakini: “Ni una alegría desbordada ni una depresión profunda”. El yoga y la meditación deben vivirse las 24 horas del día. Continuamente olvidamos hacerrnos conscientes de nuestra respiración o no es imposible detenernos para contemplar en dónde estamos. Sin embargo, Swami Satyananda dice que a lo largo del día, tenemos muchas actividades de no mente, como limpiar la casa, caminar a nuestra oficina, manejar para dejar a los hijos en la escuela, esperar en una fila, etc. Son actividades que si bien requieren de nuestra atención, no precisan un enfoque constante. Aquí podemos aprovechar para repetir el mantra o respirar de manera consciente con tal de ejercitar a la mente para alejarse del deambular constante entre los pares de opuestos. Manten pensamientos nobles, que te enaltezcan. Si llegan recuerdos o imágenes que te perturban, lee los libros y las enseñanzas de quienes se han establecido en ese estado más allá de la mente cambiante. No permitas que la mente se convierta en la que dirija tu vida. Mejor haz las paces con ella y aprende a tenerla siempre de tu lado. Lectura recomendada: Satyananda, Swami, El hinduismo, Fragmenta Editorial, 2014, España. |
Daniel mESINOEditor de libros, instructor de yoga, director y fundador de www.yogaentuempresa.com Archivos
Septiembre 2023
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