La verdadera práctica del yoga comienza cuando enrollas tu tapete y sales del salón de clase. La manera de honrar al linaje de maestros, y sus enseñanzas, es llevar lo aprendido a la vida diaria. Mi maestro Bernardo Kushala Camarena suele repetir que el conocimiento que no se convierte en un sustento para una existencia más armónica y en balance se convierte en un alimento para el ego, “por más yóguico que parezca”.
De nada sirve que puedas realizar un parado de cabeza, un loto hermoso, meditar durante dos horas seguidas, recitar de memoria el Bhagavad Guita si al final del día no te vas a dormir con la mente en calma porque estallaste en cólera, te dedicaste a vociferar contra tu vecino o entraste en un estado de ansiedad por las preocupaciones del futuro. Vivimos y somos parte del mundo. Hoy nos ha tocado ser yoguis urbanos que debemos salir y trabajar en oficinas, lidiar con tráfico, dividirnos para atender a la familia, pareja y amigos. Nuestra tapasya (o sacrificio) radica en cultivar la disciplina de la práctica en escenarios poco amables: grandes concentraciones de personas en espacios reducidos. Somos continuamente bombardeados con campañas publicitarias que incitan al consumo y a la insatisfacción. Todo es comprar, tener, desear. Nos olvidamos del cuerpo y de nosotros mismos para desperdiciar nuestra energía entre aferrarnos al pasado y preocuparnos por el futuro. Dejamos de estar aquí y ahora para vivir en el allá y el entonces. Y a unos meses de los comicios electorales para elegir presidente de la república en México, esta situación se vuelve más compleja con campañas políticas sustentadas en la división, la descalificación y la desinformación. En este contexto es válido preguntarnos ¿cómo mantener el estado del yoga? ¿Cuál es la actitud que un yogui debe fomentar para ser congruente? ¿Cuál es mi sankalpa (intención) durante estos meses? Aquí comparto algunas ideas con ustedes.
Que los malos se vuelvan buenos, que los buenos obtengan paz; que los pacíficos se liberen de sus cadenas, que los liberados liberen a los demás. Benditos sean los súbditos de los que gobiernan, y que estos grandes hombres gobiernen la tierra con justicia, que siempre haya bienestar para las vacas y los bráhmanes; que todo el mundo sea feliz. Fragmento de la Oración Universal
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Vayamos por partes. En primer lugar, el yoga no es una cura milagrosa para las enfermedades. No funciona como los productos que nos venden por televisión en los horarios de madrugada y que sirven para resolver todo tipo de problemas. Otra idea generalizada es que el practicante de yoga no se enferma ni envejece. Créeme si esto fuera del todo cierto, ¡habría tantos estudios de yoga como tiendas de covenencia en cada esquina!
¿Entonces? El yoga tiene un efecto directo sobre la salud del cuerpo que opera en esta lógica: a lo largo del día estamos sometidos a una serie de estímulos externos que nos ponen a la defensiva. Léase: nos estresamos. El estrés es una respuesta natural del cuerpo que lo pone en estado de alerta para reaccionar ante posibles situaciones de peligro. Imagina que estás atrapado en un embotellamiento en un viernes. Miles de conductores quieren llegar a su destino y transitar de una calle a otra se convierte en una verdadera lucha en la jungla de asfalto. Si pestañeas, puedes ocasionar un accidente así que tienes que activar los sentidos de la vista y el oído, y mantenerte alerta antes las reacciones de tus brazos y piernas mientras conduces. El cuerpo puede sobrevivir sin problemas a una tarde de estas pero si este tráfico se vuelve la norma y no la excepción, ¡imagina la tensión que generas tras vivir así todos los días! Un embotellamiento es el ejemplo más claro de los momentos que ponen al cuerpo en alerta. Sin embargo, contempla durante unos minutos, ¿en qué situaciones experimentas una sensación de malestar físico? ¿Y cómo las identificas? Cuando nos sentimos amenazados, los músculos se contraen. Ya no están relajados y se genera una tensión muscular heredada de nuestros ancestros. Es decir, cuando los músculos están contraídos generan más fuerza que te permite reaccionar frente a una posible amenaza. Pero ahí no para la cosa. Si nuestro cerebro considera que estamos en desventaja ante el peligro, entonces adopta una posición de defensa y ¿cuál crees que es? Exactamente esa que piensas: encorvas la espalda para simular una postura fetal en la que proteges órganos internos. Así pues, el estrés genera una contracción muscular que afecta el desempeño de intestinos delgado y grueso así como del estómago. La práctica de las posturas o ásanas en yoga permite estirar y alargar los músculos intercostales. Posturas como tadasana (montaña) con variaciones de brazos así como virabadrasana I (guerrero I) y utitta parsvakonasana (extensión lateral) son ideales para extender y alargar. Cuando has trabajado con este grupo de posturas, te recomiendo incluir extensiones hacia atrás en beneficio de tu columna vertebral. Estas pueden ser desde urdhva muka svanasana (perro que mira hacia arriba), ustrasana (camello) y salabasana (saltamontes) hasta arcos como danurasana o urdha danaurasana. Y finalmente, están las torsiones o parivrittas. Las torsiones son muy buenas porque estimulan estómago e intestinos. De manera natural, estos movimientos son ideales contra el estreñimiento y ayudan a la digestión. Como te comentaba al principio, si bien el yoga no es una cura milagrosa para todo, si me ha ayudado de manera significativa. Tiene muchos años que no sé lo que significa una gastritis, mi digestión es óptima y en definitiva, soy más consciente de los alimentos que integro en mi dieta y de cómo disfruto de la comida. Además, creo que me enfermo con menor frecuencia. Por estas razones, definitivamente, sigo yogueando. Durante mis cursos de inglés, recuerdo que uno de mis maestros me enseñó el siguiente dicho: All work and no play, makes Jack a dull boy. Es una frase muy popular cuyos orígenes son difíciles de rastrear, pero al parecer, existen registros que ubican la expresión ¡en 1659! Es decir, hace más de 350 años ya se hablaba de lo importante que era equilibrar el trabajo con los espacios para el esparcimiento.
¡Diez consejos indispensables para organizar una convención efectiva, memorable y creativa!
Recuerdo perfectamente bien mi primera convención anual de ventas. Estaba por cumplir dos años de haber sido contratado y enero llegó junto con las mejores intenciones de iniciar un nuevo ciclo con la mejor disposición. Me sentía motivado al saber que la empresa había destinado tiempo, recursos y esfuerzos para reunirnos durante tres días en un espacio distinto, fuera de la ciudad y la oficina, enfocados a conocer las estrategias que nos permitirían alcanzar los presupuestos para el período anual que estaba por comenzar. Revisé el programa y nos quedaríamos en uno de los mejores hoteles de nuestro destino. Las actividades incluían recorridos nocturnos, partidos de futbol, una noche de casino, así como una cena de lujo y un baile de gala además de las reuniones de trabajo y los discursos inaugural y de clausura. La agenda era apretada y me provocó una sensación de ansiedad y estrés ya que había pocos espacios libres que nos obligaban a convivir más tiempo del acostumbrado con los compañeros de la oficina. Para un tipo introvertido como yo, esta situación requirió de un esfuerzo extra de adaptación que me impedía concentrarme durante los tres días de la convención aunado a qué debía de cambiar varios hábitos como el tipo de alimentación, mis horas de descanso e, incluso, el acostumbrarme a compartir la habitación con un colega. Al conversar con otros compañeros, no era el único que compartía esta sensación de estar incómodo en un espacio que la empresa había diseñado para el intercambio de ideas, la exposición de objetivos y la integración de equipos. Hoy, más que nunca, estoy convencido en la importancia de desarrollar todos los talentos de los equipos de ventas como un área estratégica para lograr las metas de crecimiento de las organizaciones. Las convenciones anuales son una herramienta efectiva que permite un contacto personal, cálido y que resulta de gran efectividad para cohesionar y motivar a los equipos comerciales. Para lograrlo, es necesario que cada uno de los participantes se desenvuelva en un espacio con las mejores condiciones para mantener su atención y así desplegar toda su creatividad en la elaboración de una vía efectiva para cumplir con los objetivos fijados. En este contexto, algunas de las recomendaciones para organizar una convención anual exitosa:
Si estás interesado en ofrecer una conferencia vivencial de yoga enfocada a la integración de equipos, el desarrollo de la autoestima y el manejo de estrés laboral, puedes descargar el folleto informativo sobre la conferencia Los cuatro pilares de una vida plena en la oficina a través del siguiente enlace www.yogaentuempresa.com/nuestro-enfoque.html y escribirnos al correo informes@yogaentuempresa.com para obtener más información. ¡Qué 2018 sea un año memorable en nuestros centros de trabajo y que juntos contribuyamos a la consolidación de equipos mejor preparados para construir el éxito que nos hemos planteado! |
Daniel mESINOEditor de libros, instructor de yoga, director y fundador de www.yogaentuempresa.com Archivos
Septiembre 2023
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