Hoy nos ha tocado una época sin igual. Vivimos en un mundo global, digital, cambiante e impredecible donde los consumidores tienen el poder de compra. El impacto de un planeta digitalizado con una sobre carga de información genera, entre otros escenarios:
1. Una parálisis y arrepentimiento en la toma de decisiones (lo que hoy elijo con base en la información que tengo es probable que no sea la más óptima ante la aparición de nuevos datos el día de mañana) 2. Una confrontación que privilegia la información por encima de la intuición 3. Errores, frustración y ansiedad 4. La sensación de que la inmediatez es la respuesta más eficaz sin atender la calidad de la respuesta proporcionada 5. Malabaristas de la información que deben proporcionar soluciones inmediatas. Debemos ser conscientes que no podemos asimilar toda la información que recibimos a diario. Además, los procesos cognitivos se han modificado considerablemente ante la facilidad de estar conectados con el mundo. Reflexiona por un momento: La manera como recibimos la información influye en la toma de decisiones. Hoy más que nunca, cobra vigencia la premisa de Marshall McLuhan: “El medio es el mensaje”. Tu análisis será diferente si lees el periódico en su versión impresa, en una tableta o en tu teléfono celular. Basta con utilizar un buscador en un Smart phone y el mundo se devela ante ti. Si en teoría, muchas de nuestras tareas están resueltas, ¿por qué los niveles de estrés en escenarios laborales han aumentado considerablemente? ¿Cuál es la realidad de un gerente o directivo que debe desenvolverse en un mundo cambiante, digitalizado y globalizado? ¿Cómo actuar en escenarios de incertidumbre y ambigüedad? Coincido con varios especialistas y colegas en la necesidad de impulsar un nuevo liderazgo. El CEO de hoy es distinto al de hace 30 años. Antes, un buen ejecutor era un excelente directivo. Hoy es más complejo. Más allá de habilidades técnicas y académicas, las empresas requieren de líderes capaces de analizar, generar empatía con sus equipos de trabajo y además, contar con una resiliencia de gran adaptación al cambio. ¿Dónde se desarrollan estas habilidades? Por eso, es un reto para las organizaciones la gestión de talento que debe estar enfocada en atraer, retener y, sobre todo, motivar al capital humano. Así que, a partir de estas dos variantes: el desarrollo de la empatía y la adaptación al cambio por parte de los nuevos ejecutivos; y el desafío de motivar al talento laboral, es prioritario entender el comportamiento humano. El liderazgo positivo parte del desarrollo de la psicología positiva. Recordemos que la psicología tradicional se enfocaba en detectar un problema, trabajarlo y de ahí, regresar a la “normalidad”. La gran incógnita por supuesto fue definir, ¿qué es normal? Si partimos de la premisa de que todos somos anormales, por qué no, en vez de trabajar sobre los problemas atendemos las cualidades para desarrollarlas. La práctica del yoga parte de una idea similar: todos somos distintos, vivimos en procesos que son únicos e irrepetibles. Por eso, a partir de la práctica constante y disciplinada recordamos quiénes somos. Así pues, el liderazgo positivo trabaja sobre las fortalezas en lugar de las debilidades. El desarrollo y cambio de las debilidades de un individuo es muy limitado. En cambio, si el individuo se enfoca en sus fortalezas y las potencializa, el desarrollo es mucho más alto. Y aquí, recuerdo una de las enseñanzas centrales de la Bhagavad Guita: el yoga de la acción. “La acción es más grande que la inacción; ejecuta por lo tanto tu tarea en la vida (III.8)”. El dharma es el deber que debemos cumplir, nuestra misión el mundo, enfocarnos en nuestras fortalezas. Al conectar con el dharma, estás en la posibilidad de abrirte hacia un desarrollo continuo. Y en esta época donde la saturación de información, la incertidumbre y la ambigüedad del cambio son una constante, se vuelve prioritario recordar quiénes somos, nuestro papel en el mundo para después, generar empatía con nuestros colegas. ¿Te hace sentido? ¿Estás listo para vivir el primer día del resto de tu vida en la época que nos ha tocado vivir?
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El pasado 23 de marzo se presentó en la librería Mauricio Achar de la cadena Gandhi el primer libro de Jñana Dakini, una de las maestras que más ha contribuido a la promoción, la práctica y la enseñanza del yoga no solo en México sino en varios países de América Latina y Europa. Presentaron el libro Ana Paula Domínguez, directora del Instituto Mexicano de Yoga y Daniel Mesino, director y fundador de Yoga en tu Empresa. A continuación el texto de presentación de Daniel Mesino. Puedes consultar también la grabación del Facebook Live en el siguiente enlace:
www.facebook.com/kavindu.velasco/videos/10212361874896756/?notif_id=1521943235934802¬if_t=like_tagged Aquí el texto: A pesar de los avances tecnológicos y el predominio de la imagen sobre la palabra escrita, estoy convencido de que el libro sigue siendo la vía por excelencia para preservar y compartir el conocimiento. Escribir es una actividad solitaria, donde se practican cualidades del yoga esenciales como la postura, el enfoque y la contemplación. Es una actividad que requiere disciplina y el sacrificio de elegir estar frente a una computadora en lugar de pasar tiempo con los amigos, la familia, la pareja o en la práctica. Y cuando, por fin, logras terminar de escribir la primera versión de tu manuscrito, entonces comienza la segunda etapa: corregir, revisar, elegir el diseño, buscar editorial, imprimir, distribuir, comunicar a los lectores que el libro está disponible, asegurar que la distribución sea óptima y luego, romper esa barrera que existe entre la intención de compra del lector y la decisión final. Si el libro registra ventas aceptables, entonces se ha dado el primer paso para convencer a la librería de mantener en exhibición un libro. Por estas razones, es motivo de celebración la publicación del primer libro de Jñana Dakini. Acércate al yoga. La intención de este texto es transmitir de manera concisa y clara la importancia del lanzamiento de este libro para la industria editorial en México. Para hacerlo, hablaré de Jñana Dakini a partir de tres facetas. La primera como maestra y amiga, la segunda como pilar fundamental de la enseñanza y práctica del yoga en México y América Latina; y la última como autora. Comencé a practicar yoga desde 1994, primero con los aspectos de la devoción y el conocimiento, es decir bhakti y jñana yoga. A principios de la década pasada, entre 2004 y 2006, dirigía una revista de bienes raíces. En esa época, donde todavía no imperaban las publicaciones digitales, el tiempo y la precisión eran los mayores desafíos que debía encarar para entregar los ejemplares a los expendios de periódicos en las fechas pactadas. La semana del cierre de edición era para mí era como subirse a la montaña rusa más alta y comenzar un descenso vertiginoso sin cinturón de seguridad. Cuando al final terminaba de armar la revista con el equipo de redactores y diseñadores, nunca faltaba el gerente comercial que había conseguido un anuncio de última hora y que debíamos incluir por el bien de las finanzas de la empresa. Como no existían en esa época herramientas como el We Transfer o Dropbox, grabábamos los archivos para la imprenta en un CD y debía entregarlos directamente a los talleres para asegurarme de que todo estuviera en orden. Así que terminaba alrededor de las 3 de la mañana en la zona de Iztapalapa con la esperanza de que no habría ningún problema. Evidentemente, esta situación me generaba un estrés y, para compensar mi gran esfuerzo, al día siguiente me iba al mejor restaurante de la zona, ordenaba los mejores platillos y pedía una botella de vino tinto. Los resultados no se hicieron esperar y comencé a tener problemas de salud y sobrepeso. Llegué a pesar más de 100 kilogramos. Afortunadamente, la oficina estaba cerca la plaza de Río de Janeiro y, para el bien de mis arterias, me encontré un poster que anunciaba un curso de iniciación al yoga en el Centro Budista de la Ciudad de México. Ahí comencé a practicar y aprender Hatha Yoga. Elía Villaseñor y Frida Solís fueron mis primeras maestras y un día me comentaron que debía ir a conocer a Dakini, quien había abierto una escuela en Coyoacán. Ellas me comentaron que Dakini había sido su maestra así que dudé en conocerla. No sé si ella me recuerde de esos años, porque éramos muchos alumnos en ese salón alargado. Lo que sí me impactó fue su presencia, la calidez de su enseñanza y su manera compasiva de transmitir el conocimiento del yoga. Jñana Dakini permite acercar el yoga a todo tipo de personas, independientemente de su complexión física, credo, edad o condición de salud. Ella ha sabido transmitir el conocimiento del yoga con amor y respeto porque es plenamente consciente que trabaja con seres humanos que se acercan al yoga en busca de respuestas. El yoga está en constante evolución, es un arte vivo que crece y evoluciona constantemente para ser un camino que permita a los buscadores indagar sobre la experiencia que llamamos vida. Cada uno de los maestros y los practicantes permiten que el arte de yoga siga vivo. Y en este contexto, Acércate al yoga es un libro que refleja, de manera fiel, algunas de las grandes contribuciones que su autora ha legado a quienes practicamos, enseñamos o por primera vez, nos queremos acercar al yoga. Y aquí, a manera de clarificar la observación anterior, cito algunas de las muchas contribuciones que Jñana Dakini nos ha legado y que se ven reflejadas en su primer libro:
La publicación de Acércate al Yoga, un libro bellamente ilustrado y diseñado, me remonta a la primera edición de La Luz del Yoga de B.K.S. Iyengar. Cuando un editor recibe a un autor con una propuesta innovadora, de la que quizás haya oído hablar pero de la que aún no existen muchas referencias, obliga a elegir entre dos caminos. El primero, y el más sencillo, es decir: “no, esto es una locura. No se va a vender. Es para una audiencia muy limitada. Nadie quiere contorsionarse para sentirse bien” o, la siguiente, ir hacia adelante e impulsar la obra con la firme convicción de que el libro será un referente para las generaciones presentes y futuras.Y en este caso, celebro que un libro con estas características esté en el mercado, listo para encontrar a sus lectores. Sin embargo, este esfuerzo no es suficiente. Aunque estoy convencido de que el futuro del libro sigue siendo alentador, las editoriales y los autores, así como los libreros, vivimos en una época donde la cultura de lo efímero prevalece por encima del análisis y la reflexión. Nuestra querida Jñana Dakini y todos en Yoga Espacio han hecho su trabajo de manera excelente para lograr que Acércate al yoga sea una realidad. Ahora el trabajo es de nosotros como lectores, maestros, amigos y practicantes de yoga. Para seguir alentando el trabajo de autores como Jñana Dakini y de muchos otros maestros que tienen mucho que aportar a la comprensión de la práctica, es necesario que corramos la voz, que leamos este libro y recomendarlo. Solo así demostraremos que libros con esta temática cubren una necesidad apremiante para los lectores en los tiempos que nos ha tocado vivir. Si enseñas yoga, será un excelente libro de cabecera. Si practicas yoga, encontrarás en estas páginas un recordatorio constante de lo aprendido en el tapete así como una guía invaluable del porqué de las ásanas y la meditación. Y si has tenido la curiosidad de iniciarte en la gran aventura de la práctica, éste es libro ideal. El yoga pertenece al mundo y hoy, más que nunca, es necesaria una sociedad consciente de que valores como la honestidad, la compasión, la valentía y la ausencia de violencia son una de las pocas herramientas que nos permitirán sobrevivir como especie. Y estoy seguro que este libro aporta a que haya más y más estudiantes conscientes de que al practicar yoga, desarrollamos estas virtudes. Gracias Jñana Dakini por tu enseñanza, tu amistad, tu inspiración. Y cierro con una de tus enseñanzas que ha marcado mi forma de practicar y enseñar yoga: “Un cuerpo sano, una mente en calma y un corazón compasivo. De eso trata el yoga”. Buenas noches. B.K.S. Iyengar es uno de los maestros con mayor influencia en la manera de practicar yoga en nuestros días. Junto con K. Patthabhi Jois y T.S.K. Desikachar, su aportación al yoga moderno es invaluable.
B.K.S. Iyengar dejó una escuela bien cimentada que atrae a miles de estudiantes y profesores alrededor del mundo y sus publicaciones son libros de referencia traducidos a varios idiomas. En uno de sus textos, Iyengar intenta definir el perfil del practicante de yoga al mismo tiempo que recordaba su propia historia. Y señalaba: "la mayoría de las personas que acuden a una clase por primera vez, lo hacen porque quieren sanar una dolencia física, curar una migraña, un dolor de espalda o mejorar la salud. Esto es bueno porque significa que estas personas tienen una mente práctica que busca resultados específicos a problemas claros". De hecho, el mismo Iyengar aclara que esa fue una de las razones que lo motivaron a iniciarse en el yoga pues había nacido con una condición de salud muy precaria por lo que en sus entrevistas o clases no perdía la oportunidad de puntualizar que el yoga le salvó la vida. En este contexto vale la pena reflexionar sobre la relación que el yoga tiene con la salud física y preguntarse: ¿es el yoga una cura para todos los males? Desde mi perspectiva, el yoga es un auxiliar efectivo en el tratamiento de muchas enfermedades que padecemos como consecuencia de las acciones habituales que caracterizan a quienes habitamos en entornos altamente competitivos. El cuerpo responde de manera automática cuando se siente amenazado por una situación de peligro: los músculos se tensan y la espalda se encorva para proteger órganos internos. Cuando nos sometemos de manera sistemática a situaciones que generan estrés como los embotellamientos o varias horas frente a un monitor de computadora apurados por entregar un informe en la oficina; comenzamos a sufrir de migraña, desórdenes digestivos, insomnio y dolor de espalda. Si bien es cierto que estas situaciones son reales, es decir, la mayoría de las veces es imposible evitar un embotellamiento o cuando hay que entregar un reporte, ¡hay que entregarlo!, la realidad es que la tensión se genera, en mayor parte, como consecuencia de nuestras propias proyecciones mentales. Y explico: los grandes yoguis de la antigüedad continuamente nos recordaban que en el ser humano coexisten dos dimensiones: la interna donde surgen todos nuestros pensamientos y concepciones del mundo; y la externa que es el hábitat conformado por todos los seres vivos con los que convivimos en un espacio determinado. Una de las claves para generar una vida en balance está centrada en nuestra habilidad para equilibrar estos dos aspectos de nuestra personalidad. Y es aquí donde el yoga se convierte en una extraordinaria herramienta para lograr este propósito. Cuando practicamos yoga (y aquí me refiero a ejecutar ãsanas o posturas, realizar ejercicios respiratorios o pranayama, y meditar), llevamos la mente a un estado de concentración unidireccional. De este modo la mente, o la loca de la casa como le decía Santa Teresa de Jesús, deja de ir de un lado para otro y logramos establecernos en lo que los budistas llaman la atención plena. Todo lo que hacemos en yoga es un gran entrenamiento para enfocar la mente en una sola dirección. Cuando permitirnos que la mente vaya de un lugar a otro, vienen las preocupaciones por un futuro que no existe y nos angustiamos. O permitimos que la nostalgia de un pasado que tampoco existe nos abrume para entrar en estados de continua melancolía. Y estás afecciones emocionales se reflejan de manera directa en la salud del cuerpo. Al lograr que la mente se estabilice en el estado de atención plena, nos encontramos mucho mejor preparados para enfrentar las situaciones de estrés y tensión que enfrentamos con cotidianidad. Además, las posturas, al trabajar a nivel óseo muscular, no solo fortalecen músculos, sino que nos permite mantener sanos los huesos y las articulaciones. También las posturas, en conjunto con los ejercicios de respiración, nos ayudan a estabilizar el sistema nervioso y a trabajar con los sistemas naturales de eliminación de toxinas del cuerpo. En este sentido, trabajamos en dos niveles: por un lado, ayudamos a que nuestra mente esté enfocada; y al mismo tiempo estimulamos la salud del cuerpo a través de los estiramientos, las torsiones, las extensiones hacia atrás y las inversiones o posturas de cabeza, Una de las grandes libros que me ha sorprendido gratamente es La mano emergente escrito por Oscar Howell-Fernández. Mucho se ha hablado del tsunami digital que ahora vivimos y que se refleja en esta cifra: tres mil millones de usuarios de internet y un smartphone por cada habitante del planeta generan a diario una cantidad de información equivalente a la almacenada por la humanidad en medios físicos durante los últimos cinco mil años. La premisa parece sencilla: “opino, posteo y luego existo”. Pero, ¿cuál es el alcance real de la democratización de la política pública que caracteriza esta época que vivimos? En una ocasión, escuché decir a una analista decir que conocía al país ¡porque tenía más de 800 mil seguidores en twitter!
Ante este escenario, quiénes llevan la responsabilidad de tomar decisiones estratégicas para el crecimiento de sus organizaciones encontrarán en la obra de Howell-Fernández un recorrido fascinante de la evolución y alcance de la era de la comunicación digital que está cambiando nuestra percepción del mundo a ritmos acelerados. Con un lenguaje ameno e información perfectamente documentada, el autor nos explica las razones para entender el siglo XXI y el papel de los internautas que funcionan como una mano conductora en lo público y lo privado, una mano emergente, que dirige y regula sin ser parte del Estado. Es una fuerza complementaria a otras que ejercen control sobre las empresas -la mano visible- y los mercados -la mano invisible-. Con estudios superiores en la Universidad de Harvard y en el Massachusetts Institute of Technology, Oscar Howell aborda la necesidad de entender el activismo y la participación online en términos de colaboración abierta e innovación, como paso previo al diseño de novedosos modelos de negocio y estrategias ideados para abrir nuevos mercados y alcanzar nuevos públicos. Un libro indispensable para entender el mundo hoy. Para más información, da clic en: https://www.amazon.com/MANO-EMERGENTE-Management-Spanish-ebook/dp/B075QDSMJR El CEO de Microsoft narra la historia de transformación constante dentro de la empresa, trazando su viaje personal desde una infancia en India hasta dirigir algunos de los cambios tecnológicos más importantes en la era digital. Como humanista, ingeniero y ejecutivo, Nadella concluye con su visión para la próxima era de tecnologías inteligentes y un llamado a la acción para los líderes de todo el mundo.
Oprime refrescar habla del cambio individual, de la transformación que se está produciendo dentro de Microsoft y de la llegada de la ola de tecnología más emocionante y perturbadora que la humanidad ha experimentado hasta hoy, que incluye aspectos como la inteligencia artificial, la realidad mixta y la computación cuántica. En esencia, el libro trata sobre los seres humanos y sobre cómo una de nuestras cualidades básicas, la empatía, será cada vez más valiosa. Nadella concluye estableciendo una ecuación para restaurar la confianza digital: principios éticos al diseñar la tecnología y crecimiento económico para todos. Para mayor información consulta http://www.gandhi.com.mx/oprime-refrescar-0820d4 Hace un par de meses tuve la oportunidad de terminar de leer el libro de Víctor Hugo Manzanilla, Tu momento es ahora (Harper Collins, 2017) y me llevé una grata sorpresa. Manzanilla es un ejecutivo de empresas con más de 15 años de experiencia en las áreas de mercadeo y negocios. Su pasión por el liderazgo, emprendimiento y desarrollo personal lo llevaron a fundar LiderazgoHoy.com, una plataforma visitada por más de dos millones de personas cada año. Adicionalmente es el fundador de Emprendedor University, una plataforma diseñada para ayudar a los emprendedores a llevar sus negocios al éxito masivo.
El autor comienza con una sencilla, pero contundente pregunta: "¿A veces no sientes que el éxito, las oportunidades, dinero, ascensos o la suerte le ocurrieran a otros más que a ti?" Y a partir de este ejercicio reflexivo te presenta una metodología práctica y eficaz para desarrollar un plan de trabajo para alcanzar tus metas. Y en este contexto, Víctor Hugo afirma categórico que "el éxito es una ciencia y un arte a la vez. Por un lado, son principios que invariablemente te llevarán a acercarte a tus sueños y por otro lado, es un proceso de descubrirte a ti mismo y de encontrar plenitud y significado para tu vida, de romper los pensamientos limitantes y reprogramar tu mente para vivir una vida plena y feliz". Por esa razón necesitamos aplicar: el arte y la ciencia del éxito. Una de las grandes aportaciones del también autor de Despierta a tu héroe interior es abordar tanto el aspecto externo conformado por áreas como el liderazgo, la comunicación y la productividad; como el interno y nos presente una serie de etapas progresivas para trabajar con el aspecto mental, físico (desde la perspectiva de la salud) y espiritual. En definitiva, es un libro muy recomendable. Mi parte favorita es su metodología para cambiar hábitos. No tiene desperdicio. Para conocer más del autor, da clic en: https://www.liderazgohoy.com/tu-momento-es-ahora/ La verdadera práctica del yoga comienza cuando enrollas tu tapete y sales del salón de clase. La manera de honrar al linaje de maestros, y sus enseñanzas, es llevar lo aprendido a la vida diaria. Mi maestro Bernardo Kushala Camarena suele repetir que el conocimiento que no se convierte en un sustento para una existencia más armónica y en balance se convierte en un alimento para el ego, “por más yóguico que parezca”.
De nada sirve que puedas realizar un parado de cabeza, un loto hermoso, meditar durante dos horas seguidas, recitar de memoria el Bhagavad Guita si al final del día no te vas a dormir con la mente en calma porque estallaste en cólera, te dedicaste a vociferar contra tu vecino o entraste en un estado de ansiedad por las preocupaciones del futuro. Vivimos y somos parte del mundo. Hoy nos ha tocado ser yoguis urbanos que debemos salir y trabajar en oficinas, lidiar con tráfico, dividirnos para atender a la familia, pareja y amigos. Nuestra tapasya (o sacrificio) radica en cultivar la disciplina de la práctica en escenarios poco amables: grandes concentraciones de personas en espacios reducidos. Somos continuamente bombardeados con campañas publicitarias que incitan al consumo y a la insatisfacción. Todo es comprar, tener, desear. Nos olvidamos del cuerpo y de nosotros mismos para desperdiciar nuestra energía entre aferrarnos al pasado y preocuparnos por el futuro. Dejamos de estar aquí y ahora para vivir en el allá y el entonces. Y a unos meses de los comicios electorales para elegir presidente de la república en México, esta situación se vuelve más compleja con campañas políticas sustentadas en la división, la descalificación y la desinformación. En este contexto es válido preguntarnos ¿cómo mantener el estado del yoga? ¿Cuál es la actitud que un yogui debe fomentar para ser congruente? ¿Cuál es mi sankalpa (intención) durante estos meses? Aquí comparto algunas ideas con ustedes.
Que los malos se vuelvan buenos, que los buenos obtengan paz; que los pacíficos se liberen de sus cadenas, que los liberados liberen a los demás. Benditos sean los súbditos de los que gobiernan, y que estos grandes hombres gobiernen la tierra con justicia, que siempre haya bienestar para las vacas y los bráhmanes; que todo el mundo sea feliz. Fragmento de la Oración Universal Vayamos por partes. En primer lugar, el yoga no es una cura milagrosa para las enfermedades. No funciona como los productos que nos venden por televisión en los horarios de madrugada y que sirven para resolver todo tipo de problemas. Otra idea generalizada es que el practicante de yoga no se enferma ni envejece. Créeme si esto fuera del todo cierto, ¡habría tantos estudios de yoga como tiendas de covenencia en cada esquina!
¿Entonces? El yoga tiene un efecto directo sobre la salud del cuerpo que opera en esta lógica: a lo largo del día estamos sometidos a una serie de estímulos externos que nos ponen a la defensiva. Léase: nos estresamos. El estrés es una respuesta natural del cuerpo que lo pone en estado de alerta para reaccionar ante posibles situaciones de peligro. Imagina que estás atrapado en un embotellamiento en un viernes. Miles de conductores quieren llegar a su destino y transitar de una calle a otra se convierte en una verdadera lucha en la jungla de asfalto. Si pestañeas, puedes ocasionar un accidente así que tienes que activar los sentidos de la vista y el oído, y mantenerte alerta antes las reacciones de tus brazos y piernas mientras conduces. El cuerpo puede sobrevivir sin problemas a una tarde de estas pero si este tráfico se vuelve la norma y no la excepción, ¡imagina la tensión que generas tras vivir así todos los días! Un embotellamiento es el ejemplo más claro de los momentos que ponen al cuerpo en alerta. Sin embargo, contempla durante unos minutos, ¿en qué situaciones experimentas una sensación de malestar físico? ¿Y cómo las identificas? Cuando nos sentimos amenazados, los músculos se contraen. Ya no están relajados y se genera una tensión muscular heredada de nuestros ancestros. Es decir, cuando los músculos están contraídos generan más fuerza que te permite reaccionar frente a una posible amenaza. Pero ahí no para la cosa. Si nuestro cerebro considera que estamos en desventaja ante el peligro, entonces adopta una posición de defensa y ¿cuál crees que es? Exactamente esa que piensas: encorvas la espalda para simular una postura fetal en la que proteges órganos internos. Así pues, el estrés genera una contracción muscular que afecta el desempeño de intestinos delgado y grueso así como del estómago. La práctica de las posturas o ásanas en yoga permite estirar y alargar los músculos intercostales. Posturas como tadasana (montaña) con variaciones de brazos así como virabadrasana I (guerrero I) y utitta parsvakonasana (extensión lateral) son ideales para extender y alargar. Cuando has trabajado con este grupo de posturas, te recomiendo incluir extensiones hacia atrás en beneficio de tu columna vertebral. Estas pueden ser desde urdhva muka svanasana (perro que mira hacia arriba), ustrasana (camello) y salabasana (saltamontes) hasta arcos como danurasana o urdha danaurasana. Y finalmente, están las torsiones o parivrittas. Las torsiones son muy buenas porque estimulan estómago e intestinos. De manera natural, estos movimientos son ideales contra el estreñimiento y ayudan a la digestión. Como te comentaba al principio, si bien el yoga no es una cura milagrosa para todo, si me ha ayudado de manera significativa. Tiene muchos años que no sé lo que significa una gastritis, mi digestión es óptima y en definitiva, soy más consciente de los alimentos que integro en mi dieta y de cómo disfruto de la comida. Además, creo que me enfermo con menor frecuencia. Por estas razones, definitivamente, sigo yogueando. Durante mis cursos de inglés, recuerdo que uno de mis maestros me enseñó el siguiente dicho: All work and no play, makes Jack a dull boy. Es una frase muy popular cuyos orígenes son difíciles de rastrear, pero al parecer, existen registros que ubican la expresión ¡en 1659! Es decir, hace más de 350 años ya se hablaba de lo importante que era equilibrar el trabajo con los espacios para el esparcimiento.
¡Diez consejos indispensables para organizar una convención efectiva, memorable y creativa!
Recuerdo perfectamente bien mi primera convención anual de ventas. Estaba por cumplir dos años de haber sido contratado y enero llegó junto con las mejores intenciones de iniciar un nuevo ciclo con la mejor disposición. Me sentía motivado al saber que la empresa había destinado tiempo, recursos y esfuerzos para reunirnos durante tres días en un espacio distinto, fuera de la ciudad y la oficina, enfocados a conocer las estrategias que nos permitirían alcanzar los presupuestos para el período anual que estaba por comenzar. Revisé el programa y nos quedaríamos en uno de los mejores hoteles de nuestro destino. Las actividades incluían recorridos nocturnos, partidos de futbol, una noche de casino, así como una cena de lujo y un baile de gala además de las reuniones de trabajo y los discursos inaugural y de clausura. La agenda era apretada y me provocó una sensación de ansiedad y estrés ya que había pocos espacios libres que nos obligaban a convivir más tiempo del acostumbrado con los compañeros de la oficina. Para un tipo introvertido como yo, esta situación requirió de un esfuerzo extra de adaptación que me impedía concentrarme durante los tres días de la convención aunado a qué debía de cambiar varios hábitos como el tipo de alimentación, mis horas de descanso e, incluso, el acostumbrarme a compartir la habitación con un colega. Al conversar con otros compañeros, no era el único que compartía esta sensación de estar incómodo en un espacio que la empresa había diseñado para el intercambio de ideas, la exposición de objetivos y la integración de equipos. Hoy, más que nunca, estoy convencido en la importancia de desarrollar todos los talentos de los equipos de ventas como un área estratégica para lograr las metas de crecimiento de las organizaciones. Las convenciones anuales son una herramienta efectiva que permite un contacto personal, cálido y que resulta de gran efectividad para cohesionar y motivar a los equipos comerciales. Para lograrlo, es necesario que cada uno de los participantes se desenvuelva en un espacio con las mejores condiciones para mantener su atención y así desplegar toda su creatividad en la elaboración de una vía efectiva para cumplir con los objetivos fijados. En este contexto, algunas de las recomendaciones para organizar una convención anual exitosa:
Si estás interesado en ofrecer una conferencia vivencial de yoga enfocada a la integración de equipos, el desarrollo de la autoestima y el manejo de estrés laboral, puedes descargar el folleto informativo sobre la conferencia Los cuatro pilares de una vida plena en la oficina a través del siguiente enlace www.yogaentuempresa.com/nuestro-enfoque.html y escribirnos al correo informes@yogaentuempresa.com para obtener más información. ¡Qué 2018 sea un año memorable en nuestros centros de trabajo y que juntos contribuyamos a la consolidación de equipos mejor preparados para construir el éxito que nos hemos planteado! |
Daniel mESINOEditor de libros, instructor de yoga, director y fundador de www.yogaentuempresa.com Archivos
Abril 2018
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